Con la experiencia piloto del aparcamiento en ‘espiga invertida’, que consiste en el clásico en batería, pero realizando la maniobra marcha atrás, en la mencionada calle «se ha logrado aumentar significativamente el número de plazas, ya que este sistema supone un ahorro de superficie de un 10% por plaza, solventando así uno de los principales problemas con los que se encontraba esta vía», ha explicado la concejal de Infraestructuras, María Casajús. La reciente remodelación del carril bici de la calle Esparta ha permitido realizar este ensayo.