Casas cerradas y tapiadas, calles vacías y sin tiendas es el panorama actual en el barrio de San Antón, en la diputación de San Antonio Abad, colindante a la Urbanización Mediterráneo. Desde hace diez años en adelante, el barrio empezó a experimentar un éxodo de población y degradación. Una zona obrera en la que los vecinos han ido muriendo y sus descendientes se han mudado a barrios cercanos creados más recientemente. Su lugar lo han ido ocupando familias con menos recursos.

Los vecinos recuerdan con añoranza cuando las calles estaban llenas de gente, había fábricas, como la de Licor 43, y todo tipo de tiendas. «Conozco mucha gente que se ha mudado al centro de Cartagena, a la Vaguada, al Polígono de Sana Ana... buscando viviendas nuevas. Heredan las casas en el barrio, ponen cadenas para que no las okupen e intentan venderlas a precios bajos», explica Fernando Gallego, presidente de la Asociación de Vecinos del barrio.

«Apenas quedan tiendas», asegura Antonio González, dueño del Bar Casablanca, que lleva desde 1963 abierto en la plaza de la parroquia de San Antón. Recuerda cuando había veinticinco bares, ocho panaderías y tres droguerías. Ahora solo queda su bar, un estanco y una peluquería en el centro del barrio. En esta última, el peluquero Fabián Cortado atiende a LA OPINIÓN ya que no tiene gente. «Mis clientes ya no viven en el barrio pero son fieles y vienen aquí a cortarse el pelo». Este vecino también echa en falta mayor presencia policial para que la zona vuelva a ser un atractivo para vivir en él.

Barrio Peral también ha perdido gente mientras que aumenta en Nueva Cartagena, la Vaguada, el centro y el litoral

Los bajos precios de las casas acarrea que el barrio se repoblara de personas más humildes, según informan los vecinos, como es el caso de inmigrantes y familias de etnia gitana, que han ido reabriendo comercios como teterías o carnicerías musulmanas.

Desde el Ayuntamiento de Cartagena consideran que esta pérdida de población se focaliza en «dos de los barrios con viviendas más antiguas de Cartagena, concretamente San Antón y Barrio Peral». También fuentes municipales han notado que otras zonas más modernas de esta misma diputación, como Nueva Cartagena, suben de población. «Creemos que se ha producido un trasvase de población de estos barrios a las zonas de costa y a los pueblos, puesto que con la pandemia se buscan espacios naturales y vida con poblaciones con menos concentración de gente», afirman.

Los datos de población de este año facilitados recientemente por el Ayuntamiento muestran que en comparación con otras diputaciones, la de San Antonio Abad, ha sufrido un mayor descenso poblacional. Es ahí donde se encuentran los barrios de San Antón y Barrio Peral. Estas zonas pierden casi 400 vecinos en 2021 frente a los 45.471 que eran en 2020. Una cifra alta teniendo en cuenta el resto de barrios colindantes que componen la diputación. Este censo hace referencia a los dos primeros trimestres del año.