Al grito de «No al CATE», un centenar de personas se manifestaron en la tarde del miércoles para mostrar su oposición a la construcción del Centro de Atención Temporal de Extranjeros (CATE) que ya se está levantando en el Muelle del Espalmador.
La marcha reivindicativa, organizada por la asociación Cartagena Futuro, ha sido la más multitudinaria de las tres organizadas hasta la fecha, logrando reunir a representantes de otras asociaciones como ‘2es+’ o partidos municipales como MC o Vox Cartagena.
Más de cien personas, con pancartas donde se podía leer: «No al CATE, sí a la playa», recorrieron el camino desde el astillero de Navantia hasta el Muelle del Espalmador.
La presidenta de Cartagena Futuro, Cristina Martínez, asegura que el CATE compromete el desarrollo de la ciudad, por lo que «no es justo que una decisión de tanto calado no se haya consensuado con los cartageneros».
Noelia Arroyo: «El Gobierno nunca ha aprobado esta obra»
Ni la alcaldesa de Cartagena, Noelia Arroyo, ni el Gobierno local de Cartagena han dado su respaldo a la Delegación en la puesta en marcha del Centro de Atención Temporal a Extranjeros en el Muelle del Espalmador. La regidora reitera que desde el Gobierno «no hemos apoyado nunca esta obra, porque se ha hecho de espaldas a la ciudad». «La prioridad del Ayuntamiento es desarrollar el convenio del Espalmador y recuperar esa zona de esparcimiento para la ciudad», añade. Un convenio en el que siguen trabajando junto al Puerto y la Armada. «Tenemos un diseño para esa zona de futuro para nuestra ciudad, y no vamos a renunciar a él», sostiene Arroyo. Esta misma semana, la presidenta de la Autoridad Portuaria, Yolanda Muñoz, explicaba tras la reunión de la Comisión Puerto Ciudad que priorizaba «la creación de un área de esparcimiento» en El Espalmador.
Desde el Ayuntamiento, se acogen a la provisionalidad de la instalación que han defendido desde la Delegación del Gobierno en la Región de Murcia ya que, «no debe quedarse ubicada donde la están construyendo», sostiene la alcaldesa de Cartagena.
Además, los vecinos de la ciudad portuaria temen que el Centro no sea una instalación temporal, «en caso contrario, no se habrían invertido casi 4 millones», sostiene Juan Muñoz. Los cartageneros lamentan que la recuperación de la bahía y creación de una playa urbana «se sustituyan por un centro que se podría ubicar en otro punto más alejado de la costa», sostiene Jaime Gaciga.
Recuerda el presidente de la asociación para la Defensa Activa del Patrimonio de Nuestro Entorno (Daphne), José Luis Sánchez, que la ubicación del centro pone en peligro la puesta en valor de las 10 baterías de costa, catalogadas como Bien de Interés Cultural (BIC) y que se ubican a un radio de menos de un kilómetro.
El Centro estará listo en enero
El delegado del Gobierno central en la Región, José Vélez , anunció el inicio inminente de las obras el pasado mes de julio. Desde entonces, los obreros trabajan en la construcción de los 38 módulos para migrantes que tendrá el centro una vez terminada la obra. Treinta módulos serán para los migrantes, que durante la crisis del covid han estado en un improvisado campamento en el muelle de Escombreras y reubicados después en otros espacios, en función de si daban positivo en coronavirus o eran contacto estrecho de contagiados.
Cada uno cuenta con capacidad para diez personas, por lo que en el centro habrá un máximo de 300. Los 8 módulos restantes son para instalaciones policiales, indican fuentes de la Delegación. La construcción cuenta con un plazo de 6 meses y 3,8 millones de euros de presupuesto, por lo que estará listo para enero.
