El Barrio de la Concepción, anexo al centro de Cartagena, es zona de paso para trabajadores de Navantia y el Arsenal Militar, así como el resto de vecinos que vienen de la zona oeste. Sin embargo, durante los dos próximos meses, la calle Peroniño, avenida principal del barrio que regula el tráfico hacia el casco antiguo, permanecerá cortada para llevar a cabo la obra del colector de pluviales que evitará inundaciones en la zona de Quitapellejos.

Los vecinos del Barrio de La Concepción denuncian que este corte ha sido «repentino», además de no estar bien señalizado, provocando un «caos» en la regulación del tráfico de la zona.

Desde que el pasado 23 de agosto, hace una semana, comenzasen los trabajos y se hiciera efectivo el corte, se han producido tres accidentes de tráfico. «Los vehículos llegan desde el cruce de cuatro caminos o desde la rotonda de Tentegorra y, al ser la señalización deficiente, acaban deambulando por las calles de la urbanización La Rosaleda en busca de una conexión con el otro lado del barrio, que no existe», explica el presidente de la Asociación Vecinal del Barrio de La Concepción, Raúl Pastor.

Además de a los vehículos particulares, el corte también afecta a la ruta del autobús, por lo que muchos trabajadores de Navantia acuden a su puesto de trabajo a pie o en bicicleta. Este lunes se produjeron dos accidentes más. En este caso, los empleados que salían del astillero en bici fueron arrollados por dos vehículos. Ahora, los vecinos temen que con la vuelta de las vacaciones de los trabajadores de Navantia y el Arsenal unido al comienzo del curso escolar en la guardería municipal la situación empeore.

Así, lamentan también que el colector no se haya instalado durante los meses de verano, cuando el barrio está desierto a causa de las vacaciones. «El colector tendría que haber estado listo en septiembre, además de para evitar molestias, porque este es el peor mes de lluvias en Cartagena», incide Pastor.

Además, los comerciantes del Barrio de La Concepción reprochan al Ayuntamiento que este «aislamiento» de la barriada se suma a la vacas flacas del verano, cuando el comercio en la zona centro se reactiva, pero la periferia se vacía. «El corte hubiera tenido un impacto mucho menor si se hubiese realizado en los meses de verano», apunta Pastor en nombre de los comerciantes. «Este ‘impass’ puede suponer el cierre de muchos de ellos», añade.

Este martes, comerciantes y vecinos se reunieron con la técnico encargada de la obra, así como el jefe de obra de la empresa adjudicataria. Por parte de los vecinos se les ha propuesto mejoras en la señalización y se ha expuesto el problema que supone para los comerciantes, urgiéndoles a adoptar medidas que permitan el paso del tráfico lo antes posible. Además, los vecinos proponen abrir, al menos de manera provisional, un acceso a la avenida el Cantón desde la calle Malvavisco para evitar los problemas que genera el corte de esta vía. También han solicitado al Ayuntamiento que envíe una patrulla de la Policía Local durante los primeros días de la vuelta de vacaciones.