La Comunidad propone mejorar 65 tramos de carreteras considerados conflictivos, correspondientes a trayectos de concentración de accidentes y de alta potencialidad de mejora para que la Región de Murcia siga siendo líder en materia de seguridad vial. Las mejoras abarcan un total de 207 kilómetros y afectan a 54 vías de la red regional.

El objetivo del ‘Plan de Carreteras Seguras’ es garantizar la máxima seguridad vial en las vías regionales e incrementar la calidad de vida de los ciudadanos a través de una mejora de las infraestructuras, al tiempo que impulsar la actividad económica por medio de la inversión pública.

El consejero de Fomento e Infraestructuras, José Ramón Díez de Revenga, acompañado de la alcaldesa de Cartagena, Noelia Arroyo, presentó el programa de actuaciones por valor de 21,5 millones de euros, de los que 1,8 serán ejecutados en los próximos doce meses.

Díez de Revenga destacó que, tal y como señala la Asociación Española de la Carretera, las carreteras regionales son las que registran menos accidentes con víctimas por cada 100.000 vehículos, frente al resto de comunidades y del Estado, y todo ello a pesar del aumento del 15 por ciento del tráfico desde 2015. «A pesar de este buen dato, nuestra prioridad es que las carreteras regionales sean cada día más seguras», manifestó el responsable regional.

El consejero anunció que una de las primeras actuaciones que se van a poner en marcha es el enlace de la carretera Cartagena-Torre Pacheco (RM-36) con la Ronda Transversal. Le seguirán seis más en la vía que une Cartagena con San Javier (RM-F35), la que conecta La Palma con Torre Pacheco (RM-F37), el enlace de la autovía Campo de Cartagena-Alhama (RM-2) con la Autovía de Murcia (A-30), en la carretera de Mazarrón (RM-609), la vía que enlaza Purias con Pulpí (RM-620) y el enlace de la autovía Totana-Mazarrón (RM-3) con la carretera de Mazarrón (RM-332).

El titular de Fomento pidió prudencia ante el incremento de los desplazamientos propios del verano, «hay que extremar las medidas de seguridad en estos días, aunque sean en desplazamientos cortos». El plan, que se desarrollará en los próximos diez años, es fruto del análisis pormenorizado de los tráficos, los accidentes, sus causas, los índices de peligrosidad y mortalidad y la situación de los usuarios vulnerables (peatones, ciclistas y motociclistas), propone tanto medidas de bajo coste y de aplicación inmediata, como medidas de aplicación a medio y largo plazo para la reducción de la accidentalidad como son los estudios específicos y auditorias de seguridad.

Entre las medidas más inmediatas se encuentran la adecuación y protección de márgenes, acondicionamiento de intersecciones mejorando su trazado, señalización y balizamiento.