El Ayuntamiento de Cartagena realizó ayer un webinar para presentar los resultados del Plan de Acción por el Clima y la Energía Sostenible (PACES) de Cartagena, que se está trabajando en el marco del proyecto Life Adaptate.

El Consistorio firmó en 2018 el PACES, con la movilidad sostenible, la eficiencia energética y la sostenibilidad como los ejes principales, y con el compromiso de reducir en un 40% las emisiones de CO2 para el año 2030, así como aumentar el ahorro en eficiencia energética y el consumo de energía procedente de fuentes renovables, en un 27%.

Cristina Mora, concejala de Ciudad Sostenible y Proyectos Europeos, afirmó en el webinar que «ese plan de acción se ha convertido en hechos». Gracias a este plan, Cartagena va a ser una de las primeras ciudades que tenga en marcha un plan de movilidad urbana sostenible post covid», comentó la concejala Mora.

Además, Cartagena ha sido beneficiaria de trece proyectos europeos, que han permitido que la ciudad portuaria esté sensorizada y monitorizada, «eso nos va a permitir tener más información y tomar decisiones más sostenibles».

Por otro lado, en materia de energías renovables, el Ayuntamiento también inició ayer la mesa de trabajo para la instalación de plantas fotovoltaicas en el municipio de Cartagena. En este encuentro, que presidía la concejala de Urbanismo y Medio Ambiente, Ana Belén Castejón, han participado representantes del sector, a través de las asociaciones Unef, Aremur, Fremm, Anpier y Ahmur, así como representantes de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Cartagena y Comarca (FAVCAC). En esta reunión se ha presentado un documento elaborado por los técnicos municipales con las recomendaciones que se consideran necesarias para determinar el contenido de la memoria ambiental que han de presentar los titulares de proyectos de plantas fotovoltaicas para la licencia de instalación.

«Todos los asistentes se han mostrado de acuerdo en una cuestión fundamental, proteger la zona oeste», destacó la vicealcaldesa, Ana Belén Castejón. El objetivo de proteger esta zona es para no perjudicar el desarrollo local o rural del territorio; así como para evitar cambios importantes en el relieve. 

Asimismo, se establece que a la hora de plantear posibles ubicaciones se evitarán extensiones apreciables de vegetación natural o de hábitats de interés comunitario; zonas de servidumbre o inundables; zonas periféricas de protección de espacios de la Red Natura 2000; vías pecuarias y espacios que afecten a Bienes de Interés Cultural, entre otros. La próxima mesa será el 26 de julio.