El Proyecto Aladroque, una investigación del Cartagena Oceanographic Research Institute (CORI), estudia cómo la DANA de 2019 ha deteriorado el pecio romano Cartagena I por los arrastres de la basura presente en las ramblas que las lluvias torrenciales llevaron al litoral y por actividades humanas como la pesca.

El pecio romano Cartagena I se encuentra en los accesos al puerto de Cartagena, fue documentado en 2007 en una campaña del Museo Nacional de Arqueología Subacuática (Arqua) y se sabe que contiene un cargamento de ánforas que transportaban vino y aceite baratos de dos regiones de Italia a los contingentes de las minas de La Unión, según ha señalado investigador del proyecto y profesor de la Universidad de Cádiz, Felipe Cerezo.

La investigación, que se está realizando en colaboración con la Armada, trata de determinar el impacto de las lluvias torrenciales de 2019 en este tipo de patrimonio subacuático "y evaluar qué medidas correctoras se pueden tomar para evitar que yacimientos de un gran interés científico sigan sufriendo un deterioro progresivo a causa de la basura que arrojamos en las ramblas y que acaban en el litoral", ha explicado Cerezo.

Comparando las imágenes tomadas con robots con las registradas durante su descubrimiento, han comprobado que se está produciendo un deterioro en dos vertientes: una erosión superficial por los cabos abandonados o por la basura que llega y es arrastrada por las corrientes y, por otro lado, por la contaminación del entorno.

De la misma forma que "a nadie le gustaría ver el Teatro Romano lleno de basura", ha apuntado el investigador, se debe concienciar a la sociedad de que "tampoco los restos subacuáticos se deben convertir en vertederos".

Ha considerado que tenemos un "reto como sociedad" para evitar que la basura que arrojamos en tierra acabe alterando los restos patrimoniales porque afecta tanto a la sociedad que deja de disfrutar de estos tesoros como a las investigaciones, que recaban datos poco fiables.

Como prueba de esto último, Cerezo ha puesto el foco el trabajo buscando un pecio que desde los años 60 se viene especulando con que se encuentra en la zona del puerto de Cartagena y que transportaba columnas romanas, ya que muchos de los monumentos llegaban por mar. Se han localizado barcos con este tipo de restos en otros lugares del Mediterráneo, pero no en España.

Con el robot utilizado para grabar imágenes durante la investigación hallaron lo que parecían unas "maravillosas columnas romanas, un elemento cilíndrico espectacular" que, cuando la máquina giró en el extremo final, acabó siendo "una tubería de PVC abandonada", ha lamentado Cerezo.

De forma paralela a esta investigación, se está grabando un documental que pretende mostrar cómo se investiga en el ámbito marino y como es el trabajo, además de concienciar a la sociedad de qué forma la basura puede afectar al patrimonio subacuático.