En un entorno idílico y sobre los cimientos de la historia de Cartago Nova, la asociación CreeCT ha puesto en marcha un huerto urbano sostenible con vistas al Teatro Romano de Cartagena. La «aventura» comenzaba hace pocos meses, cuando más de treinta vecinos del casco antiguo se interesaban en comenzar a desarrollar una pequeña plantación en algún terreno en desuso del centro. Fue entonces cuando se planteó «una locura»: hacer uso de un solar ubicado frente al Teatro Romano donde, además, se encuentra enterrado a más de seis metros de profundidad el Pórtico Romano.

Tras recibir el permiso de la Fundación Teatro Romano y con la ayuda de la Fundación Repsol, CreeCT coordinó a un grupo de veinte vecinos que, desde hace más de seis meses, trabajan en el primer huerto urbano a los pies de un elemento del patrimonio de esta envergadura.

Para no dañar el terreno, ya que el huerto está ubicado justo en el mismo espacio que el ‘porticus’, los vecinos plantaron sus cultivos en parterres de madera que elevan las plantaciones a 40 centímetros del suelo.

Además de singular y muy cartagenero por su enclave, el proyecto pretende poner en valor los productos autóctonos. Desde la tierra, del Campo de Cartagena, hasta los cultivos, desarrollados por ellos mismos a partir de la germinación de las semillas, proceden al completo de la Región de Murcia. Incluso, han conseguido recuperar variedades autóctonas que ya no se cultivan, como el tomate noria del municipio de Abarán, la calabaza totanera y el ancestral ajo de elefante, que incorporarán en breve a la plantación gracias a la pyme cartagenera Vivens Hortis.

El huerto ha servido a los vecinos del centro para hacer piña y «encontrar un plan alternativo en pleno centro», indica el coordinador de CreeCT, Santiago del Álamo, precursor del proyecto. Así, con el huerto urbano se pretende «empoderar a la ciudadanía de Cartagena, para recuperar el conocimiento y poner de nuevo en contacto a las personas con la tierra, que no se pierda la tradición del cultivo» a pesar de vivir en la urbe, indica del Álamo. Además de «trabajar en comunidad y crear conciencia social», añade el coordinador.

El Pórtico Romano de Cartagena era un área de esparcimiento al aire libre, donde los artistas descansaban entre números y un «espacio de conexión entre la zona urbana y la naturaleza con grandes zonas ajardinadas», indica Elena Ruiz directora del Museo del Teatro Romano y presidenta de la fundación con el mismo nombre.

De momento, no hay fecha para la puesta en marcha de los trabajos en el ‘Porticus’, por lo que mientras las excavaciones estén paradas, CreeCT podrá seguir haciendo uso de ese espacio sin provocar daño alguno y garantizando que el espacio que cubre esta zona de gran valor de la antigua Cartago Nova, estará cuidada y preservada.

«Es interesante, ahora el Pórtico Romano está cubierto con vegetación y hortalizas autóctonas y, cuando comiencen las excavaciones, podremos determinar cuales eran las plantas que decoraban en su momento este área de esparcimiento de la ciudad romana», afirma la directora del Museo Romano.

Conectar pasado y presente

Aun así, la asociación espera «poder plantar cultivos de invierno» y hacer una buena recolección de hortalizas de cara al otoño. Con la intención de hacer honor a su huerto romano, planean llevar a cabo unas «jornadas gastronómicas», indica del Álamo, «donde algún cocinero nos pueda enseñar a elaborar algún plato tradicional del imperio romano».