Los vecinos del residencial San Francisco, ubicado al final del barrio de Los Barreros, estallan después de meses aguantando los «ruidos y actos vandálicos» que se producen los fines de semana en la plaza Leoncio Sánchez.

Los habitantes del residencial aseguran que, desde hace casi un año, la plaza es punto de encuentro de adolescentes que se dan cita para consumir alcohol y «molestar» al vecindario.

Una plaza que, al día siguiente, los vecinos encuentran repleta de litronas, cristales, basura y demás objetos. «Hasta sillas rotas nos hemos topado», indica Ana Sánchez, una de las vecinas damnificadas. Se trata de una zona «familiar y muy tranquila» de Los Barreros, frecuentada por las familias del residencial y por muchos vecinos que acudían aquí a pasear a sus perros, pero ahora, «con tantos cristales, tienen miedo de que ocurra algún percance». Sofía Blanco, vecina del residencial y estudiante, asegura que «no me dejan estudiar por las noches, es muy molesto, por no hablar de las botellas y latas de alcohol con las que amanece la plaza al día siguiente», lamenta.

Los vecinos temen que, a causa de esta nueva «moda», el residencial se convierta en una «zona conflictiva» y cada vez sean más los jóvenes que se acerquen hasta allí, lo que provocará que las molestias «sigan creciendo».