‘La joya del Pleistoceno’, así llaman a la Cueva Victoria, situada en la ladera este del Cerro de San Ginés, dentro del término municipal de Cartagena. Este yacimiento paleontológico con más de tres kilómetros de galerías se encuentra en la fase intermedia de musealización y apertura al público. 

El objetivo final, previsto para dentro de un año, es que los turistas puedan retornar un millón de años atrás al adentrarse en las profundidades de una de las cuevas más importantes de Europa a través de visitas guiadas. Eso sí, sin descuidar las excavaciones dentro del yacimiento, ya que son clave para conocer las migraciones de los primeros homínidos que llegaron a Europa procedentes de África. 

En la cueva, que fue durante años explotada como mina, se han encontrado restos prehistóricos de caballos, ciervos, mamuts, monos, entre otros homínidos y animales, e incluso una falange humana. Está reconocida por ello como un Geosite, lugar de interés geológico internacional.

El Ayuntamiento de Cartagena decide poner en valor este yacimiento para darle un impulso a los pueblos mineros de la zona, ya que creen que la llegada de turistas los beneficiará económica y culturalmente. El pasado 18 de diciembre comenzaron las obras de iniciales de este proyecto que se ha estructurado en tres fases: La primera fue garantizar la seguridad de estos accesos mineros; la segunda, que va a comenzar en breve, consiste en el acondicionamiento y seguridad del interior; y la última es la musealización en sí y apertura al público.

La cueva Victoria cuenta con 3 kilómetros de galerías Juan Caballero

«Las visitas guiadas serán compatibles con las excavaciones en la cueva. Cuando pasen los turistas verán trabajar a los paleontólogos», explica el coordinador municipal de la Cueva Victoria y uno de los espeleólogos que ha estado desde las excavaciones de 1978 prestando su colaboración, Andrés Ros. 

En una de las investigaciones más recientes, hace dos años, descubrieron que en una de las paredes de la cueva había incrustado un hueso cementado de un rinoceronte. «Los turistas podrán ver in situ esos restos. También dejaron un depósito de huesos los animales que llevaban su alimento a la cueva hace 900.000 años», afirma el espeleólogo.

Las excavaciones, que comenzaron en 1872, han dotado a la comunidad científica de una de las mejores colecciones de fauna de vertebrados del Pleistoceno inferior. Para los paleontólogos es esencial este enclave fosilífero para reconstruir el pasado millón de años en la Región y estudiar las migraciones de los homínidos. Por ello, el consistorio no quiere que las excavaciones cesen y tienen previsto retomar los campos de trabajo y excavaciones a principios del mes de agosto.

Interior de la cueva Victoria Juan Caballero

En cuanto a la musealización, reconoce Ros que «la cueva en sí es un museo» cuyas paredes tienen incrustados los fósiles de animales prehistóricos sin necesidad de requerir de vitrinas o cualquier material artificial para mostrar los restos. Esta es la última fase del proyecto que comenzará a partir de este verano. 

Aun así, el Ayuntamiento va a convertir una de las bocas de la cueva en un pequeño museo para la venta de tickets; será en una de las construcciones mineras en ruinas abandonadas desde que se dejó de explotar la cueva.

Por el momento, Cueva Victoria se encuentra a comienzos de la fase intermedia. Estas obras están en periodo de contratación para proceder al acondicionamiento y seguridad en su interior. Desde el consistorio esperan empezar antes del verano para cumplir con el plazo acordado.

En estas obras reformarán el tendido eléctrico dentro de la cueva, que fue saqueado hace un par de meses, y se instalará un sistema de seguridad interior. Después de este robo vandálico -que para el alivio de Andrés Ros, solo se llevaron el cobre de los cables; los huesos permanecieron intactos-, el exterior de la cueva y los accesos ya cuentan con un sistema de alarma que estará conectado 24 horas al día con Policía Local. 

En la primera fase, que terminó a principios de febrero, el área de Patrimonio Arqueológico, que dirige la alcaldesa, Ana Belén Castejón, acondicionó el exterior por valor de 52.635,31 euros. Para evitar desprendimientos en los dos accesos a la cueva, Sala Victoria 1 y Sala 2, pusieron mallas de triple torsión de seguridad en los taludes del yacimiento y también han incrementado la iluminación y la seguridad.

«Quedan muchas cosas por hacer como son el acondicionamiento de las visitas guiadas y la musealización de la cueva. Queremos que todo esté listo para el verano que viene», dice el coordinador municipal de este futuro museo.

Acceso al interior de la cueva Victoria Juan Caballero

«Los hallazgos son más conocidos en el extranjero» 

La dieta del mono más común en el Pleistoceno africano es conocida desde hace menos de un año gracias a los restos hallados en la Cueva Victoria, ya que es la única en el mundo que conserva estos restos de primate, el babuino fósil Theropithecus oswaldi, de cerca de 4 millones de años de antigüedad. Este es el descubrimiento más reciente de un estudio de la cueva publicado en una revista científica. El yacimiento con infinidad de estudios y publicaciones científicas «más conocidas a nivel internacional que dentro de la Región», explica Andrés Ros, coordinador municipal de la cueva y espeleólogo. Asimismo resalta que en ella se han encontrado piezas únicas que no se conservan en Europa y que «han sido esenciales para el estudio y evolución del clima en los últimos 500.000 años», dice Ros, que conoce a la perfección todas las publicaciones. De hecho, en las excavaciones de 1978 Juan Pons y Salvador Moya descubren una nueva especie de carnívoros que bautizarán como Cuon rossi dedicada a este espeleólogo cartagenero por su colaboración.