Frente al mar, en contacto con la naturaleza y sin ninguna barrera arquitectónica. Así recibieron sus clases este lunes los alumnos del colegio Félix Rodríguez de la Fuente, en la población costera de Los Nietos. Los pequeños de Infantil y Primaria siguieron con normalidad los contenidos programados de las diferentes asignaturas propias de cada curso pero, por primera vez, lo hicieron junto al Mar Menor.

Se trata de una iniciativa puesta en marcha por los docentes del centro educativo, concienciados con la «importancia» de reconectar a la infancia con la naturaleza y aprovechar los recursos que ofrece el medio. «Tenemos un entorno privilegiado a tan solo cinco minutos andando del colegio, ¿por qué no aprovecharlo?», se preguntaba el director del Félix Rodríguez de la Fuente, Alfonso Vera, cuando decidió poner en marcha este proyecto. Además, la covid ha provocado que los peques no puedan realizar excursiones ni ningún otro plan complementario fuera del centro, por lo que gracias a esta iniciativa pueden fusionar su aprendizaje cotidiano con el aliciente de hacerlo conectados con la naturaleza. «No todo son manifestaciones, también podemos concienciar a las nuevas generaciones desde la infancia para que sepan de la importancia que tiene cuidar el Mar Menor», indicó Vera.

El colegio de Los Nietos pertenece al programa de la Consejería de Educación ‘Aire Limpio’ y ya imparten algunas materias fuera del aula, como la hora de lectura, que siempre se desarrolla en un parque situado junto al colegio. Ahora, han querido dar «un paso más» dados los beneficios que este innovador modelo de enseñanza puede tener sobre el alumnado.

El doctor Juan Antonio Ortega, jefe de pediatría del hospital la Arrixaca y precursor del plan ‘Aire Limpio’, explicó que, además de tener un riesgo de transmisión de coronavirus treinta veces menor que dentro del aula, impartir clase en plena laguna salada mejora el rendimiento y la atención de los pequeños, a la vez que contribuye a descontaminar los espacios. Además considera que puede ser «la mayor esperanza para el futuro del Mar Menor». La maestra de pedagogía terapéutica Carmen Paredes afirmó que estas actividades también contribuyen a mejorar la percepción sensorial, la psicomotricidad y la inteligencia emocional en los pequeños.

La experiencia ha tenido una gran acogida entre los alumnos, que se mostraron entusiasmados ante la posibilidad de repetir experiencia. «Yo por mí daba clase aquí siempre, es mucho más divertido, así no estoy encerrada, aquí respiro mejor y aprendo más», aseguró María Muñoz, alumna de sexto de Primaria.

Desde la dirección del centro pretenden continuar impartiendo clase en el Mar Menor periódicamente y aseguran que esta ha sido «la primera de muchas». Además, la Asociación de Vecinos de Los Nietos les permite guardar pupitres, sillas y material en un local ubicado frente al paseo marítimo para facilitarles la logística.