El astillero de Navantia de Cartagena ultima los detalles para la puesta a flote del primer submarino de la nueva serie y con el que la Armada contará a partir del 2023. La puesta a flote es un momento crucial para garantizar la entrega del sumergible. Cerca de 2.000 operarios trabajan en garantizar los plazos de entrega de los cuatro submarinos que componen la serie. Durante marzo, abril y mayo del 2020, el coronavirus paralizó la construcción, retrasando la puesta a flote, prevista para finales del año pasado.