El Circuito de Velocidad cartagenero permanecerá con la actividad restringida hasta que no se ponga al día con el Ayuntamiento y subsane las irregularidades en materia de ruidos e infraestructuras que llevaron a la administración local a abrir un expediente a la empresa. A pesar de que llevaban meses advertidos con el cese de actividad si no presentaban a los técnicos del Consistorio un estudio del impacto acústico y regularizaban la situación de los dos inmuebles que levantaron en las inmediaciones del recinto sin licencia, no ha sido hasta que el Ayuntamiento les informó de que cerraba el circuito cuando los empresarios que lo regentan se han puesto manos a la obra, informan fuentes municipales.

Aunque en un primer momento se planteaba el cierre completo del recinto, la dirección del circuito y el Ayuntamiento han llegado a un acuerdo para mantenerlo abierto cinco días durante seis horas , de lunes a viernes en horario de 9.00 a 15.00 horas. Según plantean desde el Consistorio, tras conocer que el circuito había encargado el estudio para subsanar los problemas de ruido que traen de cabeza a los vecinos de Santa Ana y Molinos Marfagones. La administración local irá levantando la mano y ampliando el horario conforme el circuito regularice los inmuebles y el ruido, para lo que ya han presentado al Consistorio el contrato con una empresa especialista en este campo.

Sin eventos los fines de semana hasta que se pongan al día con la Administración

El circuito se ha quedado sin eventos durante los fines de semana hasta que no instale pantallas anti ruidos o arbolado para disminuir el impacto acústico y no superar los 91 decibelios, tal como que les ha ordenado el Ayuntamiento. Este fin de semana los empresarios se veían obligados a cancelar un multitudinario evento de motociclismo con más de un centenar de equipos extranjeros que finalmente se desplazaron hasta el circuito de Almería, lo que provocó una gran indignación entre aficionados al motor de la ciudad portuaria, ya que esta instalación es una gran fuente de ingresos para Cartagena y moviliza al sector hotelero, más aún en un momento tan complicado como el que está atravesando el sector sin el trasiego habitual de turistas.

Sin embargo, el Ayuntamiento insiste en que no puede hacer nada contra la legalidad y que probablemente los problemas de ruido se solucionen en menos de un mes ya que «hay voluntad por ambas partes».