Las últimas excavaciones realizadas en el yacimiento arqueológico de la villa romana del Huerto del Tío Paturro en la bahía de Portmán concluyeron este pasado mes de enero y han sido un halo de esperanza para los arqueólogos que llevan medio siglo reivindicando su gran valor y excavando en él de forma intermitente por la falta de financiación.

La historia de esta villa, que es de las más importantes y mejor conservadas de la Región, es de altibajos y por ello todavía no se ha terminado de excavar.

Según los expertos, las razones que han paralizado las investigaciones son la falta de financiación pública por las diversas crisis económicas, que no es una de las prioridades arqueológicas del Ayuntamiento de Cartagena por su lejanía e incluso factores humanos como la defunción de uno de los arqueólogos que intervino en el yacimiento en 1988.

Tras años de numerosos hallazgos y escasa financiación, en 2018 la Dirección General de Bienes Culturales dotó con 30.000 euros el proyecto de intervención en el yacimiento, liderado por Alicia Fernández del área de Arqueología de la Universidad de Murcia (UM), que se planteó en una triple vertiente: histórico-arqueológica de recuperación, de conservación y de difusión de los resultados.

Arqueólogos de la UM llevan desde finales de 2020 y principios de 2021 haciendo trabajo de campo enfocado en la recuperación de la villa.

«Hemos retirado la terrera que había desde 2007 y realizado algunas mejoras que requería el yacimiento para su futura (esperemos que a corto plazo) puesta en valor», explica Alicia Fernández, líder del proyecto.

«Con las ayudas podemos hacer analíticas en el laboratorio y este año hemos podido terminar de excavar lo del año pasado y dos habitaciones más», añade.

A pesar de la actual crisis sanitaria por la que temen los arqueólogos que se vuelvan a paralizar los avances de este yacimiento, el Gobierno regional tiene previsto una partida de 29.000 euros para proseguir este año 2021 con la eliminación de terreras y la redacción de un proyecto de cubierta con para asegurar su necesaria protección. Todo esto con vistas a una futura adecuación para hacer posible su visita por el público.

La villa romana del Paturro se encuentra en la bahía de Portmán./ L.O.

Los descubrimientos de la villa

Por los numerosos elementos decorativos y domésticos encontrados en esta villa, los expertos anuncian que es de época tardo-republicana y que estuvo en uso desde el siglo I a. C hasta la primera mitad del siglo III d. C.

Antes de saber de su existencia, el yacimiento fue parcialmente destruido para la construcción de una carretera. Para sorpresa de los técnicos, la falta de intervenciones e inversión no han influido en la buena conservación de todos los objetos encontrados ni en la estructura de la vivienda.

Esta villa ha tenido varias funciones. En sus comienzos se utilizó para la explotación minera, por su proximidad con La Unión, y agrícola, ya que las dos balsas encontradas eran para la producción de esparto. Posteriormente, la villa fue reformada como espacio residencial y de ocio.

Además, que el material hallado no sea de origen local, lleva a los investigadores a pensar que los diversos propietarios eran romanos adinerados. Han encontrado productos procedentes de todas partes del Mediterráneo, Asia Menor, África, Turquía, entre otros.

En 1969 unos niños de Portmán encontraron restos de teselas. Tras la excavación en ese año y el posterior, se encontró un triclinium con un mosaico de unos 50 metros cuadrados, el más grandes de Murcia, y dos balsas de 15 metros llenas de materiales como mármoles, cerámicas y pinturas que se habían arrojado durante la construcción de la carretera.

Después de numerosas excavaciones se calcula que su estructura y dimensiones son de casi una hectárea. Aunque no todas están completamente excavadas, los arqueólogos constatan que la villa tiene dos terrazas, varias escaleras, unos corredores, dos balsas, un triclinium o comedor, dos cubitulas o habitaciones de doble altura, un lalario o zona de culto doméstico, un patio porticado, un espacio para los esclavos y una zona de almacenamiento con otra escalinata que lleva a las termas.