A las quejas de los vecinos de la población de Santa Ana y alrededores por los ruidos del Circuito Permanente de Velocidad de Cartagena, ubicado en la carretera de La Aljorra, se suma ahora la amenaza de un posible cese de actividad por parte del Ayuntamiento de Cartagena. Según confirman fuentes municipales a LA OPINIÓN, el Ayuntamiento abrió en el mes de marzo de 2019 un expediente a la empresa que gestiona el circuito tras comprobar que se habían producido modificaciones sustanciales con respecto a la licencia original en el recinto.

Por un lado, habían tirado los inmuebles que figuraban en el documento original para levantar dos nuevas edificaciones, una destinada a la restauración y otra que se estaba usando como enfermería, sin estar regladas ni tener ningún tipo de licencia. Asimismo, los técnicos municipales también comprobaron que se habían producido algunos cambios en el trazado de la pista del circuito. Todo ello sin comunicarlo en ningún momento a Urbanismo.

Tras conocer los cambios y abrir el expediente, la administración local requirió a la empresa la documentación necesaria para regular estas nuevas actividades, así como un nuevo estudio acústico para comprobar si estas modificaciones urbanísticas también podrían traducirse en un aumento del choque sonoro que afectase a los vecinos. Durante 2020 se ha producido un intercambio continuo de documentación entre el Consistorio y la empresa, que no conseguía satisfacer los requerimientos del Ayuntamiento, por lo que ya han advertido al circuito de que si no subsana las irregularidades, se les cesará de su actividad. En estos momentos, la empresa se encuentra en el periodo en el que puede presentar alegaciones, pero el plazo está a punto de expirar y los técnicos municipales continúan a la espera de los documentos.