La Muralla Carlos III luce en todo su esplendor durante las fiestas navideñas tras la rehabilitación de uno de los baluartes, que permanecía fracturado desde la pasada primavera.

En el mes de marzo, un fragmento del baluarte número nueve de la muralla se derrumbó a causa de las fuertes lluvias. La Armada ha llevado a cabo la restauración de este fragmento, catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC) durante los últimos meses.

Las obras de rehabilitación las ha realizado una empresa especializada en la reconstrucción de monumentos BIC y que fue contratada por el Arsenal de Cartagena.

El montante total de la rehabilitación asciende a 327.000 euros, lo que supone un 7,5 % del presupuesto ejecutado por el Arsenal de Cartagena para el mantenimiento de las infraestructuras.

Además, al ser una reparación de gran envergadura en una construcción de gran interés patrimonial e histórico, ha sido necesaria la aprobación de un proyecto de actuación por parte del Ministerio de Cultura y de un seguimiento arqueológico continuo durante todo el proceso de rehabilitación.

Durante la ejecución de la obra, se encontraron elementos de los que no se tenía conocimiento de su existencia: arcos de descarga, arcos de arriostramiento interno, atarjeas y restos de otro parapeto.

Vandalismo en la fortificación

La Armada también ha procedido a la limpieza y cepillado de la parte de la muralla de Carlos III que rodea al Arsenal recientemente. Sin embargo, desde Defensa, lamentan que la puesta a punto de la infraestructura haya durando apenas unas horas.

Es habitual que se cometan actos vandálicos en la muralla, donde las pintadas y los grafitis no autorizados se repiten una y otra vez a pesar de que limpien y reacondicionen los muros periódicamente. Para la Armada, se trata de un «comportamiento incívico que ni Cartagena ni los cartageneros se merecen».

Desde la Asociación de Vecinos del Casco Histórico y San Diego, su presidente, Tomás Sánchez, asegura que al tratarse de «una zona oscura y con poco tránsito» se incrementan los actos vandálicos, por lo que la dinamización de la zona a través de comercios y otras iniciativas se acabaría con este problema en la muralla.