Desde hace un año y medio, la Asociación para la Recuperación del Bosque Autóctono de Cartagena (ARBA), formada por unos 100 voluntarios, asumía la repoblación forestal de la zona de la Antigua Finca que se ha visto afectada por la actividad agrícola hace más de 30 años en el Parque Regional de Calblanque.

Después de conseguir subvenciones y fondos suficientes, preparar el sistema de riego y los materiales, y recolectar las semillas; solo faltaba esperar a que lloviera para poder repoblar.

Este otoño ha sido muy seco y la primera plantación se ha demorado hasta el día de ayer, en el que unos 20 voluntarios plantaron las primeras 300 semillas de lentiscos, espinos negros, cornicales, palmitos y palmeras ibéricas, una especie autóctona, en el Parque Regional.

El propietario de esta finca de Calblanque, Antonio Conesa, propuso a los voluntarios de ARBA el año pasado recuperar la funcionalidad del suelo. «Esto está arrasado. No crece nada», dice el presidente de la Asociación José Luis Sánchez.

El Proyecto Calblanque cuenta con la financiación de una empresa del Valle de Escombreras, el Parque Regional de Calblanque, el Ayuntamiento de Cartagena y la Comunidad Autónoma.

«Tenemos 15.000 euros para los tres años que va a durar el proyecto. Los 3.000 euros que nos proporcionó el Ayuntamiento los tenemos que gastar antes de la semana que viene», añade Sánchez.

ARBA tenía previsto instalar en verano bidones de riego de unos 1.000 litros, pero la sequía otoñal les ha obligado a colocarlos «el día antes de Nochebuena», afirma Ricardo Fresno.

Un gasto imprevisto para la asociación, pero que ha permitido regar los primeros árboles plantados del proyecto de repoblación.

«Este otoño estamos trabajando todos los fines de semana en nuestros proyectos de Calblanque y La Unión. Vienen muchas familias con niños a colaborar», dice el voluntario Santiago Valverde.

ARBA planea terminar en el invierno de 2023 el Proyecto Calblanque y le gustaría repoblar Altamaría dentro del Proyecto europeo Maytenus Senegalensis.