La investigación municipal por el incumplimiento del contrato de limpieza de Lhicarsa y la apertura de un expediente desde el mes de junio no han hecho reaccionar a la empresa concesionaria de cara a mejorar la calidad de sus servicios y todavía no ha mostrado mejoras tangibles en la limpieza de las calles y la recogida de basura en Cartagena.

Los vecinos de los barrios y diputaciones de la ciudad portuaria reclaman a través de sus asociaciones vecinales la correcta limpieza de las calles y recogida de basura. Sonia Montoya, presidenta de la Asociación de Vecinos de Pozo Estrecho, explica que en su diputación la recogida de basura es «un problemón porque no siempre la recogen y nos faltan contenedores de orgánico y de reciclaje».

Santa Ana también ha sufrido la falta de contenedores en sus calles: «Hemos estado un mes entero sin un contenedor porque lo quemaron y no dieron parte», explica el presidente de la asociación vecinal, Juan Diego Cánovas. «Cada dos por tres tengo que estar llamándolos porque no pasan a recoger la basura y la puerta de mi casa la tengo que barrer yo», añade.

Además, a lo largo de esta semana varias personas de diversos vecindarios denunciaban en sus redes sociales su disconformidad con la limpieza de las calles. «Es la tercera vez que lo publico. Lo único que hacéis es arrinconar la basura» refiriéndose a los barrenderos era uno de los mensajes lanzados desde Barriada de San Cristóbal. Otra publicación denunciaba que durante la recogida de basura de los contenedores en Los Barreros, a los camiones se les caen bolsas al suelo y ni los basureros ni los barrenderos las recogen. «Pasan a limpiar una vez a la semana (con suerte)», agregaba el mensaje.

El Ayuntamiento de Cartagena respalda las quejas de los ciudadanos, ya que afirma que desde el principio de la legislatura el gobierno dijo que había una «insatisfacción evidente» y por ello llevan desde enero realizando inspecciones para comprobar la calidad del servicio y corrigiéndolo mediante la imposición de sanciones a la empresa Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), socio mayoritario de Lhicarsa.

Según fuentes del Ayuntamiento, este ha tomado una «postura exigente» con Lhicarsa ya que quiere que siga al frente del servicio de limpieza municipal.

Hace dos días en el consejo de administración de Lhicarsa, la empresa asumía las medidas establecidas por el Ayuntamiento para corregir las irregularidades detectadas en las inspecciones del servicio como la subsanación de las anomalías relacionadas con el uso de las instalaciones, medios, suministros y personal para prestar servicio a otras empresas como Navantia y Repsol, así como el cese de la recogida de vidrio y de traslado de residuos sólidos del Polígono de Santa Ana al vertedero y la sustitución de su cúpula directiva, además del cumplimiento riguroso de las leyes vigentes de envases.

Después de cinco años de irregularidades en el contrato municipal de limpieza, Lhicarsa comienza a asumir las consecuencias de su deficiente servicio.