Con las fiestas a la vuelta de la esquina y a menos de tres semanas para que se celebre el tradicional sorteo de la Lotería de Navidad las administraciones de Cartagena vaticinan una temporada «floja» en la venta de décimos para la ciudad portuaria.

Aunque a estas alturas gran parte de los números deberían de estar agotados, «las ventas han caído bastante con respecto a años anteriores», aseguran los loteros.

Víctor Leña, propietario de la administración número 1 'El Gato Malo', apunta que «hemos perdido más del 30% con respecto al 2019». «Gran parte de nuestra clientela son turistas procedentes de otras comunidades autónomas que acuden a nuestra administración aprovechando un viaje», algo que este año no es posible, explica Leña.

Además, «también tenemos clientes fijos que, aunque sí que son de la Región de Murcia, tampoco han podido comprar sus décimos debido al confinamiento perimetral, «que se ha producido en un momento crucial de la temporada».

Un testimonio similar al de Adolfo García, gerente de la administración número 8 'El Gato Blanco', quien apunta que este año «estamos vendiendo menos».

Aún así, las medidas de seguridad para evitar la propagación de la covid-19 provocan que se formen grandes colas frente a las administraciones.

Desde la administración de loterías número 14 'La Herradura', José Agustín Conesa asegura que «el problema no es el cliente particular, sino las empresas y asociaciones» que hasta ahora adquirían un gran número de participaciones pero, que debido a las actuales circunstancias económicas «este año se han echado para atrás», provocando una caída de las ventas de más del 20% en su administración.

Sin embargo, los establecimientos mantienen la esperanza y confían en que tras la apertura del cierre de los municipios en la Región de Murcia este miércoles, sean muchos los vecinos de otras localidades que acudan en el último momento a por su décimo cartagenero.

En cualquier caso, las administraciones de lotería de la ciudad portuaria mantienen la ilusión y aseguran que ya tienen «el champán preparado» por si cae el Gordo.

«Ojalá, este año hace más falta que nunca», indica Mari Paz Sánchez-Ferragut, propietaria de la administración de lotería número 13 de la Alameda de San Antón.