La Universidad Internacional Menéndez Pelayo finalmente no cerrará su sede permanente en Cartagena. Los directores de las sedes de la UIMP se han reunido este jueves con la rectora de la universidad, Mari Luz Morán, para discernir el futuro de las delegaciones de esta institución en España. La universidad había anunciado en octubre su intención de cesar la actividad en las sedes de Granada, Barcelona, La Línea de la Concepción (Cadiz) y Cartagena, pero solo la delegación de la UIMP en Granada será la única que desaparecerá.

Finalmente, según ha comunicado la dirección de la UIMP en Cartagena a la Consejería de Universidades, la institución no liquidará el consorcio que mantiene con la Cámara de Comercio de Cartagena y el Ayuntamiento para ofertar cursos en inmersión lingüística, los más demandados en la sede, que alberga en un curso académico a 1.500 alumnos matriculados. La UIMP además ya ha puesto en marcha dos cursos nuevos y otras dos formaciones están previstas para principios del 2021, además de la inmersión lingüística que ha retomado su itinerario académico tras el parón provocado por la pandemia.

El Ministerio de Universidades, el consorcio de la UIMP en Cartagena, así como la Consejería de Universidades, dirimirán en los próximos meses la mejor forma de lograr la viabilidad de la sede en la ciudad portuaria, pero no se liquidará el consorcio de la institución académica con la Cámara de Comercio y el Ayuntamiento.

El origen del problema no es económico, ya que la sede no tiene deuda pese a que no han recibido en los dos últimos años un total de 40.000 euros que correspondían a la delegación de Cartagena y que estaban reflejados en los presupuestos de la universidad.

Fuentes consultadas detallan que el problema es organizacional y que la UIMP debe, de aquí en adelante, adelgazar su estructura administrativa ya que el costo de mantener sedes permanentes con un presupuesto mayor de 20.000 euros anuales es complicado. "La UIMP quiere a nivel organizativo homogenizar el funcionamiento de la institución".