El patrullero de altura Infanta Cristina, cumple el 40 aniversario de su entrada en servicio en la Armada, a la que se incorporó como corbeta en 1980, al igual que el patrullero de altura Infanta Elena que cumplió su 40 aniversario en abril de este año 2020. Estos dos buques son los dos últimos en servicio de las antiguas corbetas clase Descubierta.

Historia del Infanta Cristina

Undécimo buque nombrado en honor de un Infante de España y octavo con el nombre de Cristina, el patrullero Infanta Cristina fue concebido inicialmente como corbeta, siendo así la cuarta de la clase Descubierta. Fue construido por la Empresa Nacional Bazán en Cartagena y entregado a la Armada el 24 de noviembre de 1980.

Entre los años 1980 y 2003, con numeral F-34, participó en la guerra del golfo Pérsico para la liberación de Kuwait, formando parte de la Fuerza Multinacional que hizo efectivo el bloqueo naval impuesto a Irak por la ONU. Además, como corbeta, participó como miembro activo en numerosas agrupaciones internacionales dentro del marco OTAN.

Hasta la fecha, han servido a España por los mares del mundo en este buque un total de 1.378 personas entre hombres y mujeres. Ha tenido 27 comandantes, siendo el primero el vicealmirante Carlos Sánchez de Toca Acebal, 312 oficiales, 319 suboficiales y 747 miembros de marinería y tropa profesional. A estos números hay que añadir los numerosos remplazos de marinería que rotaban por la corbeta en los años del servicio militar obligatorio y los innumerables guardiamarinas y oficiales alumnos que cada fin de curso recorrían España, poniendo en práctica lo aprendido en la Escuela Naval Militar.

En estos cuarenta años, el buque ha navegado en millas el equivalente a 27 vueltas al mundo, visitando 87 puertos diferentes entre nacionales y extranjeros. Así, navegando hacia el norte, llegó a la semana naval de Kiel como buque OTAN; con rumbo al sur visitó Sudáfrica y Angola durante sus despliegues por el golfo de Guinea, a levante, inmerso en la Operación Atalanta, sus cuatro motores le llevaron a Kenia, Seychelles y Madagascar cruzando el Canal de Suez como patrullero y hasta Rumanía cruzando los estrechos del Bósforo y Dardanelos como corbeta, siguiendo los pasos de Colón hacia poniente visitó Brasil, Uruguay y los canales patagónicos recalando en Ushuaia.

Entre septiembre de 2004 y junio de 2005 se procedió a su transformación de corbeta a patrullero de altura quedando encuadrado en la Fuerza de Acción Marítima con el numeral P-77.

Como patrullero ha realizado importantes despliegues internacionales, destacando la Operación Atalanta en el océano Índico, integrado en la Fuerza Marítima Europea (EUNAVFOR); la operación UNIFIL en el Mediterráneo oriental de apoyo al Líbano y más recientemente en el golfo de Guinea efectuando seguridad cooperativa con los países de la región.

En todos y cada uno de sus despliegues y misiones, la "corbetica", la "cristinuca" siempre volvió a su misma base, a Cartagena.