Los vecinos del barrio de Santa Lucía ya han comenzado con la misma ilusión de siempre a montar su gran belén en la plaza de la Marina Española; pero este año, con la incertidumbre de no saber si todo su esfuerzo va a ser en balde porque la Consejería de Salud todavía no les ha dado permiso para su montaje por las medidas Covid, lo que significa que puede que no lo abran al público. Aun así, tienen la esperanza de inaugurarlo en el puente de diciembre.

La Asociación Deportiva y Cultural El Pinacho lleva 28 años preparando desde octubre este belén, que junto con el del Ayuntamiento en la plaza de San Francisco, es de los más conocidos en Cartagena porque el 60% de sus piezas están en movimiento y hay casetas a tamaño real como la de Papá Noel o la de los pescadores.

Este año marcado por la Covid han comenzado un mes más tarde de lo habitual. «Ya han empezado porque es un trabajo laborioso, pero están con las expectativas de ver las restricciones», explica David García, presidente de la Asociación de Vecinos de Santa Lucía.

La asociación, aunque no ha recibido todavía el consentimiento de la Consejería de Salud y corre el riesgo de que la gente no pueda visitarlo esta Navidad por no cumplir con los protocolos sanitaros, ha decidido empezar con la construcción del belén: «Llevamos retraso con todo esto. Tampoco sabemos si vamos a poder abrirlo, pero no nos vamos a esperar a que nos digan sí o no.», dice Manuel Torres, presidente de la Asociación El Pinacho, «Estamos haciéndolo sin permiso del Ayuntamiento. Acataremos todas las normas, tanto si nos dejan abrirlo como si no». Los vecinos reaccionan con resignación. «Si nos dicen que no, lo guardaremos todo», afirma Jesús Contreras.

A pesar de no haber recibido todavía una respuesta de la Consejería de Salud, la asociación tiene la esperanza de que permitan las visitas, ya que es un belén circular con entrada y salida distintas ideal para evitar aglomeraciones.

Además, el Ayuntamiento de Cartagena asegura que pronto empezará a poner su belén y que poco a poco Sanidad van a ir concediendo los permisos a las asociaciones de vecinos.

De hecho, algunos belenes de otros barrios y pedanías ya han recibido sus permisos tras haber estudiado en cada caso las medidas sanitarias para respetar los aforos y distancias de seguridad necesarias.

Sin ahorros ni proyectos nuevos

Este año tenía planeadas nuevas ideas como una nueva caseta de camellos, pero los 8.000 euros que tenía ahorrados la asociación para el belén los destinaron a alimentar a familias del barrio necesitadas durante la cuarentena.