Las pasarelas flotantes de Los Urrutias, Punta Brava y Estrella de Mar se han convertido en un reclamo para los vecinos de la zona. A pesar de las críticas que el Ayuntamiento de Cartagena recibió tras la instalación de los pantalanes a finales del mes de agosto, los habitantes de la población costera han sabido aprovechar las cinco estructuras de madera y darles usos alternativos una vez entrado el otoño, devolviendo la vida al paseo marítimo del pueblo.

Sin embargo, la autorización de Costas a la Comunidad Autónoma para construir los cinco balnearios que Medio Ambiente comenzará a instalar a finales de este mismo año, conlleva que las cinco pasarelas, ubicadas provisionalmente en Los Urrutias, hayan sido desmontadas esta misma semana.

Aunque el cambio será «para mejor» con los nuevos balnearios, los vecinos aseguran que echarán de menos las estructuras que durante estos dos meses han utilizado asiduamente para diferentes actividades al aire libre.

«Me da mucha pena que las quiten», asegura José Antonio Meca, «han venido muy bien», indica el vecino. Los habitantes pasean a sus mascotas, acuden con sus familias y hasta aprovechan las vistas que ofrecen las pasarelas para contemplar el atardecer desde las plataformas flotantes. Pero sin duda «a los que mejor les han venido han sido a los pescadores», apunta Meca, «siempre que paso por aquí hay alguno». Desde que acabó la temporada de baño, a mediados del mes de septiembre, se forman diversos grupos que «aunque pescar pescamos poco», aprovechan la tranquilidad del pueblo para «entretenernos un rato», indican varios pescadores. María Martínez y José Torralba también acudían asiduamente a pescar al pantalán de la playa del Caletón y aseguran que «están dando mucha vida al pueblo». Caña en mano, la vecina insiste en que «no te puedes imaginar la de padres que vienen los fines de semana con sus niños desde que instalaron las pasarelas».

Las estructuras también sirven como área de esparcimiento para los habitantes de Los Urrutias, que frecuentaban diariamente a la zona para «leer» o incluso «practicar yoga». Es el caso de Elena Salinas, quien asegura que las limitaciones de la covid se notan «mucho más en un pueblo pequeño» que no cuenta con «demasiados parques o zonas verdes», sumado al «cierre de los bares y la ausencia de comercios», dejan sin ideas a los vecinos. «De ahí el triunfo de las pasarelas».

Por ello, los habitantes de Los Urrutias temen que a pesar de que la colocación de los balnearios esté prevista para finales de este año, se produzcan retrasos a causa de la pandemia y no se coloquen hasta el próximo verano puesto que, a pesar de que su función principal sea la de facilitar el acceso al baño en aquellos puntos donde el fango y las algas de la orilla lo impidan, las infraestructuras «han sido utilizadas para todo menos para bañarse», bromea María Martínez.

A Los Nietos el próximo verano

Aunque los pantalanes ´abandonan´ Los Urrutias, la vicealcaldesa de Cartagena, Noelia Arroyo, explicó esta semana que las pasarelas serán almacenadas y recolocadas en Los Nietos el año próximo por la empresa que las construyó, y valoró, como se ha demostrado estos meses y al igual que los vecinos, su atractivo turístico.

«Una consultora trabaja ya en la determinación de los puntos exactos en los que el Ayuntamiento ubicará de nuevo los pantalanes durante la próxima temporada de baño», añadió. La empresa realiza los estudios necesarios para garantizar la seguridad para los bañistas y el respeto al medio natural.