Los Servicios Sociales municipales del Ayuntamiento de Cartagena atendieron en los 9 primeros meses del año a casi un 20% más de usuarios que en todo el año pasado, y las situaciones de emergencia por falta de recursos básicos representaron la cuarta parte de todas las actuaciones, según reflejan los informes de actuación de la concejalía.

Su organización interna y el sistema de colaboración en red con las entidades sociales ha permitido procurar atención a un total de 11.261 personas. Además del reparto del Dispositivo de Emergencia Social creado durante el confinamiento, se ha gestionado un millón de euros en ayudas extraordinarias.

La vicealcaldesa y responsable del Área, Noelia Arroyo, detallaba que "nuestros Servicios Sociales dieron una respuesta de urgencia ante las situaciones de emergencia que se produjeron durante el confinamiento, pero también han sido capaces de realizar un seguimiento a todas las familias afectadas y ofrecerles soluciones directas para atender sus necesidades. En lo que va de año hemos empleado cerca un millón de euros en ayudas extraordinarias para la atención directa de necesidades".

"Unos 450.000 euros se ha entregado para pago de alimentos; unos 380.000 euros, para ayudar a las familias a abonar alquileres o recibos de agua o luz. El resto se ha traducido en ayudas para medicamentos, materiales educativos o equipamientos domésticos. En total, se han concedido cerca de 1.900 ayudas extraordinarias", ha añadido.

Arroyo destacaba que, desde que se cerró en mayo el Teléfono Social Único, el punto habitual de acceso a los Servicios Sociales ha crecido un 48% en el número de atenciones respecto al año pasado, hasta acercarse a 3.500 peticiones o consultas, la mayoría de las cuales se ha realizado por teléfono.

El grueso del trabajo se realiza desde las 16 unidades de trabajo social distribuidas por el municipio, que han gestionado en los 9 primeros meses del año más de 7.000 expedientes de ayuda; de los cuales una tercera parte eran expedientes nuevos para atender a usuarios nuevos o necesidades distintas de usuarios habituales de los Servicios Sociales.