El abandono y el mal estado de Villa Calamari traspasa sus muros y comienza a perjudicar a los vecinos del barrio de San Félix en el que se encuentra este Bien de Interés Cultural. A lo largo de 2020, los vecinos han visto cómo se iba incrementando el vandalismo y los botellones en la zona de la Villa y el parque de Diego Calvo Clemente, el más cercano a esta.

Afirman que se sienten inseguros y piden más vigilancia policial porque estas ruinas modernistas son un imán para los jóvenes más irresponsables que deciden aprovechar la falta de vigilancia y su fácil acceso para celebrar sus fiestas. «Viene gente joven de otros barrios y se junta en el nuestro para hacer destrozos», dice el presidente de la Asociación de Vecinos de San Félix José Juan Díaz Oliva, «En las redes sociales comentan que hay fantasmas en el palacete, juegan al paintball, beben, etc.».

Villa Calamari o, llamado comúnmente, Palacete de Versalles es propiedad del Grupo Unión, por lo que el acceso está restringido. A pesar de ello, los actos vandálicos y los botellones no cesan.

«Hace 15 días hubo otro botellón», explican desde la Asociación de Vecinos, y las gamberradas van más allá: «Quemaron los árboles del jardín de Calamari, declarado zona BIC, hace 15 días, pero lo habrán hecho unas 40 veces en lo que va de año».

Asimismo, les preocupa que pueda resultar herido algún joven en el palacete abandonado porque el interior está medio derruido. «Hace unos ocho años ya hubo un muerto en una zona de la casona que llaman el mirador porque se reunieron unas 30 personas, bebieron alcohol y subieron al mirador», alega Juan José Díaz.

Sentimiento de abandono

San Félix se siente tan abandonada como Villa Calamari. El presidente de la Asociación de Vecinos cree que las ruinas se han convertido en el punto de reunión de los vándalos y, ya que están en el barrio, también se juntan en los parques de la zona, como el de Diego Calvo: «Se reinauguró y ahora está cochambroso. Les da por romper cosas y hacer botellón. Además ahora los fines de semana vienen a hacer rallying en un descampado cerca del Local Social».

A su vez, Díaz siente que la única persona que los escucha en el Gobierno Regional es Mª Dolores Ruiz, concejala de MC, ya que es miembro de varias asociaciones de defensa del patrimonio: Hispania Nostra, Asociación Monte Miral, Daphne y la Plataforma Virgen de la Caridad.

A la espera del Ministerio

Mª Dolores Ruiz comenzó en 2015 a denunciar el mal estado del Palacete de Versalles. Ya ha llevado tres mociones al Pleno y, aunque se aprobaron, «La Dirección General no ha ejecutado la orden porque no hay interés», piensa.

La sucesión de innumerables actos incívicos en Calamari como robar su barandilla o romper una de las vidrieras modernistas provoca, según Ruiz, que «Cuando la gente ve las cosas destrozadas, no le da valor. Si se determinara el expolio por parte del Ministerio de Cultura, se crearía un precedente bueno por parte de Patrimonio y se le daría más valor». Esta respuesta del Ministerio la obtendrá el 7 de diciembre.

La concejala Ruiz colabora con los vecinos de San Félix, pues «son ellos los que nos avisan para denunciar que este verano han habido cuatro incendios provocados, hace tres semanas tuvieron que ir seis coches de Policía, que entran menores de edad, que está lleno de agujeros... Esto aumenta el expediente de la Dirección General de Murcia y el Ministerio».