Cuando el pasado tres de abril, Viernes de Dolores en pleno confinamiento, se posponía la tradicional ofrenda de la Onza de Oro al mes de octubre, ningún cartagenero podía imaginar que a estas alturas el virus estaría igual de presente o aún más si cabe. En pleno auge de la segunda ola de la covid-19, la Basílica de la Caridad acogió un íntimo y solemne acto donde la alcaldesa de Cartagena, Ana Belén Castejón, realizó su ofrenda a los pies de la Virgen de la Caridad y pidió a la Patrona ayuda para combatir al virus.

«Le pediremos a la madre de todos los cartageneros que nos siga dando fuerzas para seguir combatiendo juntos esta terrible pandemia. Pediré unidad de todos los representantes políticos y lealtad para afrontar todos juntos sin colores y sin distinciones, esta etapa dura que tenemos por delante y le pediré también por todos los fallecidos y sus familiares», afirmó Castejón.