Repsol construirá en su refinería de Cartagena la primera planta de producción de biocombustibles avanzados de España, que prevé operar en el primer trimestre de 2023 tras invertir la compañía 188 millones de euros, aunque optará a la financiación con los fondos europeos del Covid-19.

El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, ha detallado en rueda de prensa que esta planta, junto a otros proyectos similares, nuevas plantas de hidrógeno, iniciativas de generación eléctrica y fotovoltaicas, así como planes de digitalización de la empresa, serán presentados al programa de la UE de recuperación económica.

Imaz ha concretado que, aunque esta apuesta de la compañía por la "descarbonización" ya está decidida, cuenta con financiación y es "estratégica", encaja "de lleno" con el plan europeo, centrado en el mantenimiento de la industria y la transición energética.

La compañía multienergética suministrará, desde esta nueva instalación, 250.000 toneladas al año de biocombustibles avanzados para aviones, camiones y coches, además de contemplar la puesta en marcha de una planta de hidrógeno que alimentará a una nueva unidad de hidrotratamiento dotada con tecnología de vanguardia.

Este proyecto, que generará hasta 1.000 empleos durante su construcción y 45 puestos permanentes durante su funcionamiento, se enmarca en el compromiso que tiene Repsol con la transición energética y en su ambición de alcanzar cero emisiones netas en el año 2050.

Los biocombustibles avanzados producidos en la refinería de Cartagena permitirán una reducción anual de 900.000 toneladas de dióxido de carbono (CO2) y posibilitarán, a través del tratamiento de aceites usados, suministrar biodiesel, biopropano, bioqueroseno y bionafta.

El anuncio se ha producido el mismo día que el presidente de Repsol, Antonio Brufau, se ha reunido en Murcia con el presidente de la comunidad autónoma murciana, Fernando López Miras, para explicar los detalles de la nueva planta, que, según Imaz, "garantiza el futuro industrial" del complejo de Escombreras (Cartagena).

El consejero delegado de Repsol ha advertido de que ningún sector energético español "puede quedar fuera" en un proceso de descarbonización que, como ha apuntado, ayudará al país a alcanzar una recuperación económica "rápida, tan necesaria en las actuales circunstancias de pandemia por coronavirus".

Imaz ha enmarcado esta iniciativa en la decisión adoptada el 2 de diciembre de 2019 de orientar su estrategia para ser una compañía con cero emisiones netas en el año 2050, en concordancia con el Acuerdo de París, poniendo el foco en la economía circular como herramienta para el uso eficiente de los recursos.

Finalmente, ha concretado que Repsol duplicará la producción de biocombustibles de alta calidad procedentes de aceites vegetales (HVO), hasta las 600.000 toneladas al año en 2030, de los que la mitad se producirán antes de 2025 a partir de residuos.