El rectorado de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo tiene intención de decretar el cierre de su sede de Cartagena, así como otras tres más en España, tras nueve años de funcionamiento por culpa de un déficit estructural que le obligaría a repensar la organización de sus infraestructuras, según ha podido saber LA OPINIÓN. Esta institución pública lleva desde 2011 impartiendo cursos propios o de inmersión lingüística y otras actividades de enseñanza no reglada o de extensión universitaria gracias a un convenio con la Cámara de Comercio de Cartagena.

Este cierre, al igual que el cese de actividad en las delegaciones que tiene la UIMP en la Granada, Barcelona y en La Línea de la Concepción (Cadiz), se ha debatido en el Consejo Rector de la Universidad que ha tenido lugar este miércoles. Las intenciones que mantiene el centro Menéndez Pelayo han hecho saltar las alarmas en el Ayuntamiento de Cartagena, cuya alcaldesa Ana Belén Castejón se ha puesto a disposición de la rectora de la institución, Mari Luz Morán, para evitar el cierre de la sede a la que no están "dispuestos a renunciar".

La alcaldesa ha señalado que si se cerrara la sede de Cartagena, la Región de Murcia quedaría discriminada con respecto al resto del país, ya que la UIMP tiene sede en la mayoría de Comunidades Autónomas, "algo que entiendo que un Gobierno progresista como el nuestro no puede consentir".

Para evitar que el cierre se lleve a cabo, la alcaldesa se ha puesto a disposición de la rectora "para conocer de primera mano cuáles son sus necesidades y carencias y ayudarles en cuantas cuestiones sean necesarias. Vamos a ofrecerles todas las facilidades porque nuestra voluntad es que la sede permanente de Cartagena permanezca abierta ofreciendo a nuestros vecinos y a los de toda la Región de Murcia la posibilidad de acceder a la formación que ofrecen". Entre esas facilidades estaría paliar económicamente el déficit de la institución en Cartagena, según apuntan distintas fuentes consultadas.

Miguel Martínez, presidente de la Cámara de Comercio de Cartagena, aduce que esta decisión es política y acusa al Ministerio de Universidades de querer desmantelar el sistema universitario de las instituciones públicas de enseñanza de grados superiores (dos universidades son dependientes del Estado: Menéndez Pelayo y la Universidad Nacional de Educación a Distancia).

En la reunión del Consejo Rector que ha tenido lugar esta mañana, la rectora Mari Luz Morán ha planteado la separación de la Universidad del Consorcio formado por la Cámara de Comercio y el Ayuntamiento de Cartagena, "lo que llevaría aparejada su desaparición en Cartagena", señala Martínez, que añade que la decisión de la UIMP no se debe a problemas económicos, "ya que es viable económicamente", sino a un problema político creado desde el departamento ministerial que dirige Manuel Castells.

Y es que parte del problema reside en que, según justifica la Universidad y ha podido saber esta redacción, el déficit estructural hace inviable por el gasto económico el mantenimiento de estas cuatro sedes que ahora la UIMP quiere cerrar. Tanto el personal de plantilla, el local como la organización de los cursos es mantenida por la propia Cámara de Comercio de Cartagena y el Ayuntamiento, por lo que ambas entidades no entienden que se quiera cerrar esta delegación.

Por su parte, el Grupo Parlamentario Popular en la Asamblea regional ha exigido al ministro de Universidades, Manuel Castells, que evite el cierre de una sede que lleva funcionando en Cartagena desde 2011. El PP recuerda que esta sede universitaria "está tutelada" por un consorcio administrativo formado por la propia Universidad, el Ayuntamiento de Cartagena y la Cámara Oficial de Comercio, Industria, Servicios y Navegación de Cartagena. Y añade que "gracias a la colaboración interadminsitrativa es totalmente viable".