Los estudios geotécnicos en el entorno de la Muralla Púnica localizan un foco de humedad, a unos dos metros de profundidad, que afecta a la Cripta de San José.

Estos estudios, que comenzaban hace solo unos días, ya han alcanzado una cavidad del monte, a unos dos metros de profundidad, donde se acumula agua producto de las filtraciones y de las lluvias, y que produce las humedades que parecen ser las responsables del deterioro que viene sufriendo la superficie de la cripta, de planta elíptica y construida en ladrillo macizo revestido con mortero de cal de pobre calidad, así como las características pinturas que hay en sus muros, recreaciones de las Danzas de la Muerte medievales realizadas, en buena parte, en 2007.

«Había que identificar los focos de humedad y sus efectos, para avanzar en los procedimientos que nos permitan resolver esta degradación lo antes posible. No podemos rendirnos ante las dificultades y, por eso, seguiremos trabajando hasta encontrar soluciones definitivas», ha remarcado la alcaldesa, Ana Belén Castejón, que ha emprendido un nuevo proceso de estudio y restauración en una acción coordinada entre técnicos municipales y de la UPCT.