La Guardia Civil de la Región de Murcia, en colaboración con inspectores del Servicio de Pesca y Acuicultura de la Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia (CARM), ha desarrollado una actuación que ha permitido detectar la presunta comercialización de pescado capturado de forma ilícita procedente del litoral cartagenero.

La actuación se ha realizado en el marco de los controles que desarrolla en carreteras y lonjas el Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Benemérita, en colaboración con el Servicio de Pesca y Acuicultura de la CARM, con la finalidad de perseguir tanto la captura como la comercialización de pescado de forma ilícita, en este caso dentro del 'Plan Anual de Control Integral de Actividades Pesqueras' (PACIAP).

Hace unos meses los controles se orientaron a comprobar la existencia de un grupo de pescadores furtivos que se sospechaba que estaba capturando ejemplares de dorada (Sparus aurata) directamente en las jaulas de las explotaciones acuícolas de cría del litoral murciano y posteriormente distribuía los ejemplares sustraídos directamente en pescaderías o restaurantes, con el consiguiente riesgo sanitario, al saltarse todos los controles.

Uno de estos controles, establecido en la Lonja de Pescado de Alcantarilla, dio sus frutos y permitió detectar la existencia de la actividad relacionada con la pesca furtiva y la posterior comercialización ilícita de los ejemplares capturados.

El control permitió detectar en las inmediaciones de la lonja a un camión frigorífico que trasportaba 55,5 kg de dorada sin que el conductor del vehículo pudiera aportar documentación de trazabilidad que acreditase su legal procedencia.

Al transportista del pescado supuestamente de procedencia ilícita se le ha denunciado por dos infracciones recogidas en la Ley de Pesca Marítima y Acuicultura de la Región de Murcia.

Los guardias civiles y los inspectores de la CARM inmovilizaron los ejemplares incautados en una cámara frigorífica. Una vez que los servicios de Sanidad de la Comunidad Autónoma certificaron la aptitud para el consumo humano, el pescado incautado ha sido entregado a un centro benéfico de la Región.

A raíz de este servicio, que se ha desarrollado gracias a la fluida colaboración entre el SEPRONA y al Servicio de Pesca y Acuicultura de la CARM, se ha abierto una investigación para luchar contra la pesca furtiva, tanto en zonas protegidas del litoral como en las explotaciones acuícolas de cría de la Región.

Este tipo de actuaciones ilícitas causan un grave riesgo sanitario para el consumidor final puesto que, al hacerse de forma clandestina tanto la captura como el transporte, en la mayoría de ocasiones no se respeta la cadena de frío, por lo que no se puede concretar si los ejemplares son aptos para su consumo humano.