Un año sin fiestas presenciales. Todo un revés para las grandes fiestas históricas del Mediterráneo, pero en Carthagineses y Romanos no hay espacio para la resignación y quedarse en 'los cuarteles de invierno'.

En absoluto, la idea general es que había que hacer algo especial y el resultado es cortometrajes que serán emitidos durante cada una de las diez jornadas en las que los festejos se hubiesen desarrollado en este vigésimo año del siglo XXI.

Los festeros han sido los propios actores, labor en la que han puesto una enorme ilusión en las jornadas de trabajo llevadas a cabo, ataviados con sus históricos vestuarios de época, durante el verano en lugares emblemáticos del patrimonio de la trimilenaria Cartagena.

Esos enclaves naturales han suplido al escenario habitual y se han convertido en otro atractivo de estas grabaciones.

Teatro Romano, Muralla Púnica, Molinete, Barrio del Moro, Castillo de los Moros... En estos lugares se ubica buena parte de la historia de esta tierra en sus años como Qart-Hadast y Carthago Nova y ahí es donde se han sucedido las escenas que comenzaron a ser lanzadas desde ayer y que veremos hasta el último domingo de este mes por diversos canales de internet, estando sus duraciones entre 8 y 14 minutos.

El encendido de la llama sagrada es el punto de partida y su apagado el epílogo. Entre medio podrán visionarse los capítulos de Cartago a Mastia, Fundación de Qart-Hadast, Destrucción de Sagunto, Sesión del Senado, Bodas de Aníbal e Himilce, Oráculo de Tanit, Comicios Centuriados, Desembarco de la armada carthaginesa y salida hacia Roma, la batalla por la conquista de Qart-Hadast y la victoria de Roma con proclamación de la Ley romana.

La base son los actos oficiales que cada año ofrece Carthagineses y Romanos, aderezados por el patrimonio de la ciudad, pues el objetivo es conseguir que sirvan para mantener los latidos de las fiestas y a la vez que difundan los tesoros de Cartagena.

Jorge Blázquez ha sido el director de los cortometrajes de la Federación de Tropas y Legiones y del Senado Romano, mientras que José Antonio Ortas ha dirigido los del Consejo Carthaginés. Se da la curiosidad de que el primero, quien ha realizado las grabaciones romanas, es presidente de Mercenarios Íberos, una tropa carthaginesa, mientras que el producto púnico ha tenido detrás de la cámara a quien en su día encarnó el personaje de Escipión y que también presidió el Senado Romano.

Un aspecto a destacar es que los festeros han conseguido sacar adelante este proyecto salvaguardando en todo momento las medidas de seguridad sanitaria generadas por la pandemia del Covid-19, como es el uso de mascarillas para quienes no estaban en plano y trabajar con grupos reducidos.

Esto ha motivado, por ejemplo, que la grabación de la gran batalla no se haya llevado a cabo con cien festeros, como estaba previsto, y se haya recurrido a la multiplicación digital de combatientes.

El trabajo está hecho. Ahora sólo queda levantar el telón para disfrutarlo.