El campo de Cartagena pelea por recuperar una parte muy importante de su patrimonio, sus característicos molinos de viento, que forman parte del paisaje desde hace más de dos siglos. El año pasado, la Comunidad Autónoma empezó a trabajar en el plan director para su rehabilitación, ya que muchos de ellos se encuentran abandonados desde hace décadas, a pesar de que son considerados Bienes de Interés Cultural (BIC). Mientras tanto, el Ayuntamiento ha impulsado obras en algunos de los más importantes, pero desde el PSOE de Cartagena denuncian que los molinos de la zona oeste requieren de una atención urgente.

«Los molinos de viento están declarados BIC, esta calificación es la máxima garantía de protección para el patrimonio y, sin embargo, la mayoría están abandonados y casi derruidos, llamados a desaparecer si no se actúa con rapidez y de manera decidida en su conservación», señaló la presidenta de la Junta Vecinal de Perín, Isabel Andreu, tras la visita al Molino de la Corona.

Los socialistas urgen al Gobierno regional a que acaben la elaboración del Plan Director, «que debería estar finalizado hace meses». Por otra parte, reclaman mayor inversión municipal al Ayuntamiento y a la alcaldesa y responsable de Patrimonio, Ana Belén Castejón.

Antes de las elecciones de 2019, el que por entonces era el concejal de Patrimonio, David Martínez, impulsó la restauración de los molinos más emblemáticos, como el Molino Zabala, ubicado en la carretera de Canteras, que tenía los palos y las velas destrozados. También repararon el Molino de Pozo Estrecho, el del Monte Sacro y el de Alumbres.

Molino de Las Piedras

En el proyecto de 2019 también se encontraba el Molino de Las Piedras, en Los Mateos. El Ayuntamiento financió a través de los Presupuestos Participativos la remodelación interior y exterior de esta infraestructura, pero quedó pendiente la instalación de la nueva cubierta. La semana pasada contrataron a la empresa Mercaser S. L. estas obras, que costarán unos 30.000 euros. El proyecto debe estar finalizado en dos meses y consiste en la reparación de la cubierta plana del molino, que se puede ver en la entrada a la ciudad desde la carretera de La Unión, la N-332.

Cuando acaben, el Ayuntamiento de Cartagena tendrá que pedir permiso a la Dirección General de Bienes Culturales para instalar el chapitel, la pieza que remata la cubierta.