Madrugada del martes y al miércoles, Cabo de Palos, en el acceso a la playa de Levante desde el Paseo Marítimo, junto al residencial La Galera. Un grupo de entre sesenta y setenta adolescentes se concentraban a hacer botellón en la playa, sin mascarillas ni medidas de seguridad, según alertan los vecinos. A las tres de la madrugada, la cosa empezó a 'desmadrarse' y los vecinos llamaron a la Policía.

Sin embargo, los agentes municipales tuvieron que disolver antes otros dos botellones: uno en Islas Menores y uno en el otro extremo de Cabo de Palos, junto al Burger King. Así que la Policía, con dos patrullas, no llegó hasta el lugar de los hechos hasta pasadas las cuatro de la madrugada.

Entonces los adolescentes comenzaron a huir para evitar la multa correspondiente por beber alcohol en un espacio público no permitido y por el riesgo que supone una quedada de estas características para la salud pública ante el covid-19. «Los chicos salieron corriendo y más de la mitad se escaparon. Eran solo cuatro agentes contra sesenta o setenta adolescentes, era imposible que pudieran con todos. Y entre los que cogieron, uno agredió a una agente para que le soltara cuando intentaba detenerle», relata una testigo de los hechos.

Fuentes municipales confirman que, al intentar deslojarlos, los jóvenes se enfrentaron a los agentes municipales, les increparon y a dos de ellos les ocasionaron lesiones leves. Hasta el momento, se han abierto diligencias por lo sucedido, aunque no se ha ordenado ninguna detención.

También cuentan que algunos de los jóvenes, que en su mayoría rondaban los 15 o 16 años, llegaron a robar un móvil del coche patrulla, aunque la Policía no lo ha confirmado. «Dejaron todo lleno de botellas, de bolsas de plástico y mearon en la playa», dicen los vecinos, que han pedido a las autoridades que desinfecten la zona.

Piden más refuerzos

A principios de mes, en Cartagena se activó un dispositivo especial para controlar este problema tras la convocatoria de un macrobotellón en la explanada de Marina Center. Como las discotecas están cerradas, algunos jóvenes organizan estas fiestas a través de redes sociales en zonas no permitidas, provocando una situación conflictiva por el riesgo de que ocasionen rebrotes. Por ello, el Ayuntamiento reforzó con ocho patrullas de Policía Local las zonas más conflictivas de Cabo de Palos y La Manga, además de pedir la colaboración de la Guardia Civil, que aporta otras cinco patrullas.

Los vecinos de La Manga aseguraban hace unos días que los botellones se estaban controlando bien, pero esta vez la situación se fue de las manos con tres botellones en una noche, y por ello piden aún más refuerzos. No hay que olvidar que hace solo una semana, 41 agentes nuevos se incorporaron al Cuerpo municipal.