El Instituto Español de Oceanografía (IEO) se encargará a lo largo del mes de agosto de la evaluación ambiental del Plan Director de Infraestructuras de la nueva Dársena de Cartagena, para determinar su influencia en la flora y la fauna de la costa. Antes de instalar la nueva infraestructura, se requiere un muestreo de sedimentos y una prospección geofísica para estudiar las condiciones actuales de la zona comprendida entre Cabo Tiñoso y Cabo de Palos.

También se efectuará una valoración del estado de conservación de la posidonia oceánica en la misma zona, mediante una batería de descriptores a diferentes niveles de organización, relacionados con la funcionalidad del ecosistema y la influencia de fuentes contaminantes.

Además, en paralelo se harán muestreos de las praderas de angiospermas marinas. Según la presidenta de la Autoridad Portuaria, Yolanda Muñoz, este contrato con el IEO, «es un acuerdo para el estudio e investigación con otra administración pública que hace de coordinadora técnica de los estudios y trabajos que afectan al medio marino y supone una inversión superior al millón de euros».

La nueva terminal de contenedores es una de las prioridades del Puerto de Cartagena, porque creen que esta nueva dársena permitiría «aprovechar el potencial que supone la situación geográfica de Cartagena, cercana a Gibraltar, para la mercancía general y particularmente el tráfico de contenedores en régimen de tránsito que no pueden ser operados en las actuales instalaciones».

La presidenta remarca la importancia de estos estudios para posibilitar «el pronunciamiento del Ministerio de Medio Ambiente para su remisión a Europa, sobre el impacto ambiental del futuro del Puerto de Cartagena, y de la Región de Murcia, ya que la nueva terminal, sin lugar a dudas, supondría la creación de empleo y proyección económica necesaria para atender todos los tráficos que se acercan y que se ven limitados por esta carencia».