Los vecinos de tres edificios en La Manga del Mar Menor deben desalojar sus domicilios por prevención ante el peligro de que se produzca un derrumbe en las fachadas de los inmuebles. Se trata de un total de 67 viviendas distribuidas en tres bloques que forman parte del Residencial Entremares, ubicado frente al Club Náutico Dos Mares y que cuenta con varios edificios más dentro de la misma parcela.

A pesar de que el Ayuntamiento de Cartagenacomenzó a informar el pasado viernes a los propietarios y residentes, los trabajadores de la finca aseguran que no han visto «movimiento de maletas, ni gente sacando sus propiedades o cualquier otro indicio de mudanza». Tampoco existía dicho trasiego durante la jornada de ayer, a pesar de que fueran las últimas horas con las que contaban los inquilinos para abandonar los tres inmuebles. Sin embargo, lo que si que había era mucho movimiento propio de esta época del año en circunstancias normales: familias entrando y saliendo del residencial ataviados con trajes de baño y portando bártulos propios de una jornada en la playa.

Aún así, en la parcela se palpaba ambiente de crispación entre los vecinos, que se negaban a expresar su opinión públicamente y respondían visiblemente molestos que no iban a hacer declaraciones, mientras se dirigían al interior de los edificios haciendo aspavientos y vigilaban con rostro serio los alrededores del residencial.

En el exterior de las fachadas, que se encontraban visiblemente en mal estado, había varias verjas ubicadas alrededor que servían como contención de los inmuebles en caso de derrumbe. En cada una de ellas se encontraban ubicados varios carteles de seguridad donde se podían leer: «Riesgo de desprendimientos» y «Prohibido el paso a toda persona».

Aunque la Concejalía de Urbanismo del Ayuntamiento de Cartagena se puso en contacto con los responsables de la comunidad de propietarios para informarles de que tras conocer el resultado negativo de la inspección debían abandonar los edificios y clausurarlos para evitar que nadie acceda al interior, gran parte de los propietarios y veraneantes continúan alojados en el interior, algunos con conocimiento de causa y otros, como Natalia Serrano, que «no tienen ni idea» de lo que ha pasado. «Nosotras hemos venido a un piso a pasar el fin de semana, llegamos ayer y nos vamos mañana», indicaba mientras señalaba a las dos amigas que la acompañaban, «nadie nos ha dicho nada de que tengamos que desalojar la vivienda, es lo primero que sabemos de esto», apunta.

Urbanismo lleva desde el año 2011 detrás de los desperfectos de los tres edificios de la urbanización, en el año 2015 la constructora y el arquitecto fueron condenados a reparar los defectos en las fachadas. Sin embargo, tras varias inspecciones, el inmueble continúa sin ser reparado.

Una posible orden judicial

Pese a que en estos momentos los agentes de la Policía Local de Cartagena continúan velando por la seguridad de los vecinos, según aseguran fuentes municipales, «no hemos podido dar con todos de momento», por lo que si en los próximos días no se consigue localizar al resto de vecinos, el Consistorio cartagenero pedirá autorización judicial para proceder al desalojo. No obstante, se desconoce cuándo se realizará el desalojo y se precintarán los inmuebles precisamente por no haber localizado a todos los propietarios aún.