La crisis del coronavirus ha afectado a las tiendas de ropa Óbolo, que gestiona Cáritas y que se crearon para aumentar la empleabilidad o probabilidades de acceso al mercado laboral de las participantes, a través del aprendizaje de hábitos laborales, sociales, conocimientos básicos, específicos de un oficio y de la práctica del mismo, en este caso la reutilización y reciclaje de ropa de segunda mano.
Dos de las tres tiendas que había en Cartagena han cerrado sus puertas de manera definitiva.
La coordinadora de Cáritas en la ciudad portuaria, Petri García, contaba que «sólo va a permanecer abierta la Óbolo 1, en la calle Miguel de Unamuno. La causa principal es el coronavirus, pero también es porque vamos a entrar en un proyecto textil a nivel nacional que se está perfilando y que será presentado en su momento».
La recogida de ropa se sigue haciendo, pero ya no se deposita en la sede de Cáritas en Cartagena. García explicaba que «para evitar contagios, se han colocado en la plaza de la Universidad grandes contenedores de metal en los que se puede depositar el material textil donado». También aclara que el proyecto Óbolo no desaparece, sino que evoluciona para dar paso a uno nuevo.
Los centros Óbolo han estado funcionando varios años gracias a la labor de muchas voluntarias que atienden al público vendiendo las prendas previamente seleccionadas, lavadas reparadas, planchadas, etiquetadas y transformadas por la personas a las que se quiere introducir en el mercado laboral. Además, las donaciones hechas por la ciudadanía se aprovechan hasta el final porque se recuperan botones y demás elementos reutilizables.