La redición de servicios en las líneas interurbanas que unen Cartagena con Lorca o Mazarrón está causando muchas molestias a las personas que necesitan el transporte público para acudir a sus puestos de trabajo luego regresar a sus hogares. Es el caso de Lucía Mena, que vive en La Aljorra pero trabaja en Cartagena y encuentra muchos problemas para ejercer su actividad profesional. Según explica, «sólo tenemos 3 autobuses de ida y tres de vuelta. Necesitamos el autobús para trabajar y para eso es preciso que no esté restringido como ahora».

Desde la dirección general de Movilidad, de la que dependen los autobuses interurbanos, señalan que «se está adecuando el servicio a la evolución de la recuperación de la demanda los servicios de una manera progresiva. Semanalmente se van restableciendo servicios cuya demanda está justificada, teniendo en cuenta que es preciso seguir garantizando las máximas medidas de seguridad, y apelando a la responsabilidad de todos para que los autobuses no se conviertan en vectores de propagación de la pandemia, como ha sucedido en otros lugares». Actualmente la ocupación media de las líneas que dependen de la administración regional está en torno al 30%.

Desde la empresa concesionaria ALSA, el director en el Mediterráneo, Valeriano Díaz, explicaba que «los arranques son difíciles y siempre saldrá alguien perjudicado. El servicio se pondrá en marcha poco a poco: tenemos que tener lealtad al cliente y a la rentabilidad y eficiencia del servicio». En cuanto a la línea 20 que une Cartagena y La Manga, el servicio de verano comenzará el 1 de julio pero sin autobuses cada hora. Se empezará con salidas