Los vecinos del barrio cartagenero de Santa Lucía se muestran «indignados» por el cierre de la única oficina bancaria que da servicio en la diputación cartagenera. Y es que, la sucursal -que pertenece a Banco Sabadell- lleva cerrada desde que diera comienzo el estado de alarma a causa de la crisis sanitaria del Covid-19 y, según han informado desde la propia entidad a los vecinos, no hay intención de reanudar la actividad. Santa Lucía pide a los responsables del banco que «reconsideren» su decisión.

El cierre de la sucursal supone «un atraso para el barrio», indica David Martínez, presidente de la Asociación de Vecinos de Santa Lucia. De los casi 7.000 habitantes censados en la diputación, más de la mitad -en torno a 4.000-son mayores de sesenta años, que «no están demasiado familiarizados con las nuevas tecnologías», según indica Martínez, por lo que es «imposible» que puedan realizar sus gestiones vía online.

En estos momentos, los vecinos se desplazan hasta el Paseo Alfonso XIII para hacer sus operaciones, un «parche» que no soluciona los problemas de los habitantes, ya que esta será la nueva sucursal asignada a todos los vecinos y se encuentra a más de 2 kilómetros de distancia de la oficina clausurada.

«Esto es inviable para todos los vecinos de la tercera edad», reclama García, «no pueden andar tanto para ir a retirar su pensión, por no hablar de las personas que no disponen de vehículo particular».

Este problema no solo perjudica a los vecinos, los pequeños empresarios de Santa Lucía también se verán afectados por la baja de la sucursal puesto que supondrá un incremento del uso de la tarjeta de crédito y no todas las tiendas del barrio cuentan con datáfono, sin olvidar el incremento de las tasas que pagan las pymes por realizar dicha operación.

Pero Santa Lucía no es el único barrio damnificado por la clausura de la oficina bancaria; Los Mateos, Lo Campano y la urbanización Santiago se quedan también sin sucursal. Algo que Francisco García, presidente de la Asociación de Vecinos de Los Mateos, «no logra entender», asegurando que «no creo que sea tan difícil de mantener una filial para cuatro barrios, nos están dejando marginados».

Los representantes vecinales de las cuatro asociaciones han solicitado reunirse con algún alto cargo de la entidad bancaria para «intentar evitar el cierre de la sucursal, exponiendo a los responsables las consecuencias de esta decisión» y aseguran estar dispuestos a desplazarse de ciudad para hacerlo si fuera necesario.