Día de fiesta e histórico el que se vivió ayer en La Azohía con la pesca de 28 atunes que sumaron un total de 4.500 kilos.

Con piezas que iban de entre menos de 100 kilos y los más de 300, los 17 pescadores de la almadraba de esta localidad que pescaron los atunes vivieron una jornada que tardarán en olvidar.

Uno de ellos, Juan Paredes Conesa, explicaba que «es una pesca puntual que puede suceder una vez al año ya que depende de las migraciones de estos animales».

Hace unos días capturaron en el mismo lugar otro atún de gran tamaño, que también superó los 300 kilos de peso, pero lo de ayer fue inusual por el tamaño y por la gran cantidad de piezas que consiguieron.

Este hombre del mar señalaba que «el pescado ya está vendido pero a un precio bajo debido a la situación tan mala que nos genera la cuota del atún, ya que no la quieren aumentar a pesar de que aquí siempre se ha pescado».

Existe la posibilidad de que haya pescas similares en los próximos días, ya que se prevé viento de lebeche y puede ayudar.

La noticia del número de capturas conseguidas corrió como la pólvora por la localidad y sus alrededores. Por eso, fueron muchos los que esperaron durante varias horas a que los pescadores volvieran a tierra para poder ver con sus propios ojos el tamaño de los peces.

La almadraba es un arte de pesca tradicional que permite seleccionar el pescado que se captura y devolver al mar el que no, incluso algunos cetáceos que se cuelan, como pasó hace unas semanas con un delfín. Esto hace que sea considerada como una técnica de pesca sostenible.

Este arte de pesca se encuentra casi extinguido en el Mediterráneo y la almadraba de La Azohía es una de las pocas que sigue activa.

La técnica para conseguir el pescado es aprovecharse de las rutas migratorias de los peces para que éstos entren en un laberinto que les lleva hasta varias redes de donde ya no pueden salir.

Las capturas más habituales son bonitos, atunes, melvas albacoretas y lechas.

La Almadraba sólo está activa entre febrero y junio y a lo largo de sus campañas colabora con entidades como el Centro Oceanográfico de Murcia para desarrollar proyectos de investigación. También colaboran con otros proyectos y asociaciones que ponen en valor el entorno de La Azohía y Cabo Tiñoso.

Desde la época musulmana

Según indican diversos restos arqueológicos, los primeros en usar este sistema fueron los romanos. En época musulmana también se practicó este arte pero tras la reconquista, la inseguridad general que provocaba la piratería berberisca casi la hizo desaparecer porque los moradores de estas costas emigraban al interior.

Para proteger a la población y a la almadraba, en el siglo XVI se erigió la torre de Santa Elena, armada con dos cañones, y que estaba situada en un lugar estratégico para el avistamiento y posterior destrucción de las naves berberiscas.