El Nuevo Teatro Circo acogió durante la tarde de ayer el tradicional pregón de las procesiones de Semana Santa, uno de los momentos más esperados por parte de los cofrades cartageneros.

La ceremonia dio comienzo de la mano de la alcaldesa de Cartagena, Ana Belén Castejón, que quiso poner en valor «el trabajo de nuestros procesionistas los 365 días del año», así como ensalzar la figura de las mujeres cofrades.

Posteriormente, el presidente de la Junta de Cofradías, Francisco Pagán, también quiso dedicar unas palabras a los asistentes al evento y presentar al encargado de pronunciar el pregón de la Semana Santa 2020 de Cartagena.

Durante su discurso, Ferrández quiso enaltecer la tradición de la Semana Santa de la ciudad portuaria a través de un repaso por los días más señalados que integró con sus propias vivencias personales con un lenguaje casi poético que emocionó profundamente a los allí presentes, que asentían con la cabeza queriendo transmitir a Ferrández que compartían dicho sentimiento.

Un discurso muy emotivo que estuvo acompañado por diferentes fragmentos musicales tradicionales de la Semana Santa de la ciudad que interpretó la agrupación musical Sauces.

«La Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo forma parte del ADN de esta tierra. Sólo podemos interpretar fielmente Cartagena a través de las caras de su prisma si pensamos en su historia, su cultura, su tradición y su vivencia de la fe por las manos gastadas e ilusionadas de sus hijos procesionistas», aseveró Ferrández.

Durante su pregón, también hizo multitud de referencias a su condición como marrajo con frases como esta: «Que mi sangre, no lo puedo negar, tenga un reconocido tono morado», confesó.

Del mismo modo, quiso hacer un pequeño homenaje al arquitecto cartagenero Víctor Beltrí: «El mayor artífice con sus planos y sus edificios en esa Cartagena irrepetible se configurarñá? definitivamente tras nacer un lejano siglo XVII en el antiguo convento de Santo Domingo"«

La ilusión de toda una vida que Ferrández resumía así: «La Semana Santa llega a tu vida de niño y te atrapa». Tras una gran ovación al pregonero, Castejón hizo entrega tanto a Ferrández, como a la Nazarena Mayor de este 2020, Manoli Borrego, de las placas acreditativas con los nombramientos de ambos, así como con una reproducción en oro del escudo de la ciudad y un broche distintivo para cada uno.

La Nazarena Mayor también quiso dedicar unas palabras a los invitados a la ceremonia. Borrego aprovechó para dar de nuevo las gracias a todos aquellos que han hecho posible su nombramiento como Nazarena porque «es de bien nacido ser agradecido».

Un cargo que lleva «con orgullo» y que no habría sido posible si: «Tras apuntar a mi hijo el mayor al tercio infantil de La Coronación de Espinas, por efecto dominó caí tras proponerme entonces entrar a formar parte del tercio titular». Borrego también quiso ensalzar el rojo californio aunque destacó que por encima de todo está «la amistad entre cofrades independientemente del color que luzcan».

Una gala cargada de emociones que da el pistoletazo de salida a la Semana Santa cartagenera.