El colectivo Marchamalo -formado por vecinos que residen en Cabo de Palos y defienden el desarrollo sostenible de la zona- ha denunciado las restauraciones de playas que está llevando a cabo la Demarcación de Costas del Estado en la zona de Villas Caravaning y la playa de los Alemanes.

Para esta asociación, que tiene como objetivo proteger, conservar, investigar y difundir el patrimonio natural y cultural de los espacios litorales del Sureste, es incomprensible que se estén rellenando con tierras de obra estas franjas litorales.

El presidente de la plataforma altruista, David Munuera, señalaba que esta tierra viene de una rambla y de una fábrica de áridos de Almería y que la primera lluvia que caiga la va a arrastrar, al igual que en otras ocasiones, al fondo del Mar Menor. Defendiendo que el problema es que allí cubrirá la poca cubierta vegetal que queda, acabando con ella.

Munuera cree que las Administraciones están centradas en que la gente se pueda bañar este verano, pero que ese no es el gran problema del Mar Menor y que cualquier actuación de este tipo la deberían hacer teniendo en cuenta la opinión de expertos que sepan cómo tratar ecosistemas en crisis. Además, recuerda que la mayoría de estas playas son artificiales y que hace unos años no existían.

Diversos colectivos han trasladado su preocupación a la Demarcación de Costas pero, al no ser una actuación ilegal, no se puede hacer mucho al respecto.

La asociación cree que la única forma de que la lluvia no arrastre la tierra es respetando los cauces naturales de las ramblas que en muchos casos creen que las explotaciones agrícolas han acabado con ellos.

Los únicos lugares donde eso no ha pasado es en la zona de Los Urrutias y en Lo Poyo, porque conservan estos cauces y el humedal. El rellenar con tierra estas playas es un error que se viene haciendo desde hace 30 años.