Tal y como habían anunciado, funcionarios y personal contratado del Ayuntamiento de Cartagena se han concentrado en la puerta del Palacio Consistorial para protestar por la suspensión del acuerdo de condiciones de trabajo. Pero esta vez lo han hecho este Miércoles de Ceniza intentando 'reventar' La Llamada, el acto que encarna el pistoletazo de salida de los actos cuaresmales previos a la Semana Santa de Cartagena y a la que asisten, como han hecho hoy, cientos de vecinos.

Los funcionarios solo callaron cuando la comitiva compuesta por miembros de las cuatro cofradías de la ciudad se acercó con la banda que iba tocando marchas pasionales. El presidente de la Junta de Cofradías, Francisco Pagán, sí pudo intervenir sin apenas molestias después de pedir silencio. En su intervención, pidió a los jóvenes que se integren en los desfiles pasionales e implicación a en la Semana Santa a todos los cartageneros.

La alcaldesa, Ana Belén Castejón, ofreció su discurso, pero apenas se podían escuchar sus palabras debido a los ruidos y gritos que provenían de los grupos de sindicatos. Aún así, y pidiendo respeto por el acto, trató de hacerse oír y recordó las cualidades únicas que tiene la Semana Santa de Cartagena.

Santa María lucirá "como nunca"

Castejón se congratuló de que la iglesia de Santa María estuviera ya restaurada y que este año vaya a lucir como nunca para los desfiles pasionales. La primera edil dijo que este año la ayuda municipal se traduce en un cheque de 200.000 euros -la misma cantidad que desde hace dos años-, que supone el aporte directo que hace el Consistorio para que marrajos, californios, resucitados y los cofrades del Socorro puedan poner sus procesiones en la calle.

Castejón terminó con el tradicional «música y a la calle», que apenas se pudo oír debido a la protesta, pero que hizo que empezara a sonar el himno de Cartagena, que sí consiguió acallar a los sindicatos. El acto del Miércoles de Ceniza concluyó en la basílica de la Caridad.