Las carreteras de la Región de Murcia se han convertido en un autentico matadero para animales como erizos, zorros y un largo etcétera.

La falta de corredores biológicos por los que estos animales puedan discurrir sin peligro, por debajo de la calzada, hace que cruzar a otro lado sea para ellos jugarse la vida.

Según el portavoz de Asociación de Naturalistas del Sureste (Anse), Pedro García, en esta cuestión «está todo por hacer. La Comunidad no tiene ningún plan al respecto y tampoco existe un mapa que evalúe los puntos más conflictivos para encontrar una solución».

En Cartagena, esta problemática afecta sobre todo a especies de rapaces nocturnas como la lechuza ( Tyto alba ) o el mochuelo (Athene noctua) ya que se ven atraídas a los arcenes por la posibilidad de encontrar comida. Luego, no son capaces de remontar el vuelo con rapidez cuando viene un coche y acaban siendo atropelladas, lo que merma el número de una especies, sobre todo en el caso de la lechuza, que están en franco retroceso.

Desde Anse echan de menos más medidas en zona protegidas, como que la carretera que cruza el Parque Regional de las Salinas y Arenales de San Pedro del Pinatar tengan una mayor limitación de velocidad y evitar así el atropello de los muchos animales que viven allí.

En la asociación naturalista tienen experiencia en este tema. Desde hace años desarrollan un proyecto de protección de la canastera ( Glareola pratincola) en la zona del Carmolí, en el Mar Menor. Con la colaboración de los propietarios de los terrenos, han conseguido que un ave, que desapareció en la Región, vuelva a criar y, precisamente por eso, instalaron con mucho éxito, unas pequeñas vallas para evitar la muerte por atropello de los polluelos.

Desde Anse también recuerdan que cuando los atropellados son animales grandes, como por ejemplo jabalíes, se pueden producir accidentes mucho mas graves, que ponen en peligro la vida de los que van en el automóvil.

No son sólo los animales salvajes los que se dejan la vida en el asfalto. Perros y gatos también sufren este cruel destino con mucha frecuencia. Bien sea por abandono o por descuido, es relativamente fácil ver a un perro intentado atravesar una carretera con el peligro que eso supone.

Desde las distintas administraciones reiteran el peligro que supone dejar a su suerte a un animal doméstico y recuerdan que si causa un accidente de tráfico, el responsable es el dueño. Algo que no siempre es posible demostrar porque hay quienes, antes de abandonarlos, arrancan al animal el chip identificador que contiene los datos que servirían para dar con él.