Un casco histórico dividido en dos, la zona turística, llena de gente, comercio y vida, y la suya, por la que no pasa nadie. Así ve la asociación de vecinos San Diego la situación actual del centro de Cartagena. Lejos de rendirse, presentaron diversas iniciativas a representantes de varias concejalías del Ayuntamiento para pedirles ayuda y conseguir revertir la situación.

Según el presidente de la asociación, Tomas Sánchez, «les gustó el proyecto que les presentamos y están estudiando nuestras propuestas para ver cómo llevarlas a cabo». Todas ellas están encaminadas, explica, «a poner en valor nuestras calles tal y como se merecen».

Pero para conseguir su objetivo, la asociación quiere implicar «a todos los que viven aquí», explica Sánchez. «A personas en riesgo de exclusión, a discapacitados, a cualquiera que quiera colaborar», enumera.

La base de la propuesta que han presentado al Ayuntamiento son los talleres de oficios. «El primero -explica el presidente de la asociación- sería 'Nadie sin sus cortinas', que consiste en hacer talleres de costura en los que colaborarían asociaciones y comercios, que nos derivarían retales con los que se enseñaría a coser a todo el que lo desee». Otra de sus apuestas es el reciclado de zonas verdes, con jardines verticales y huertos sociales, donde puedan impartirse nociones de agricultura.

«Los huertos estarían integrados dentro de zonas más amplias con jardines y zonas de sombra y de descanso. La zona de actuación sería el Monte Sacro, concretamente, en solares de titularidad pública y también privados si conseguimos llegar a acuerdos con los propietarios», propone Sánchez. Además, la asociación contempla la adecuación del aula de Naturaleza de Los Urrutias: «No sabemos si finalmente será posible porque está muy deteriorada y es posible que lo declaren una ruina».

Por otro lado, la asociación San Diego no tienen actualmente una sede en la que puedan trabajar o a la que puedan dirigirse todos aquellos que necesiten de sus servicios, ya que nació hace escasos meses. Por esta razón, en estas reuniones mantenidas estos días han realizado dos propuestas para posibles ubicaciones. O bien un transformador de luz que ha quedado vacío tras los trabajos hechos para crear una nueva zona ajardinada en el Monte Sacro, o bien, el molino situado en la misma zona, que fue restaurado por el Gobierno municipal el año pasado y que actualmente no tiene ningún uso, una propuesta que también se estudiará por parte del Ayuntamiento.