Más de cuatro meses después de la DANA el monasterio sigue con los muros exteriores derribados por las escorrentías de aguas provenientes de la sierra minera y el Monte Miral, en una situación que a la ASGJ le parece insostenible.

El monasterio medieval de San Ginés de la Jara y las Ermitas del Monte Miral siguen acumulando desgracias, abandono y desprotección, pese a estar catalogados como Bienes de Interés Cultural (BIC), la máxima figura de protección que puede tener un monumento. Así lo denuncia la Asociación de Amigos del Monasterio y Ermitas del Monte Miral (ASGJ), que lleva ya una década luchando por la restauración, puesta en valor y promoción de este entorno olvidado en ruinas pero con una dilatada historia de más de 2000 años, puesto que, en el lugar, hay restos romanos, incipientemente excavados.

La ASGJ ha convocado una concentración el próximo sábado 1 de febrero para "abrazar los muros del monasterio" en protesta por la "la inacción ante el derrumbe de la estructura a causa de las lluvias por la DANA de septiembre. Más de cuatro meses después de la DANA, el monasterio sigue con los muros exteriores derribados por las escorrentías de aguas provenientes de la sierra minera y el Monte Miral, en una situación que a la ASGJ le parece "insostenible".

Desde su creación, la ASGJ lo primero que reclamó fue el cierre de los muros exteriores del monasterio, derribados por varias zonas, lo que permitía el acceso de personas y vehículos, de manera descontrolada, padeciendo numerosos episodios de destrozos, pintadas y expolio por parte de desaprensivos. La segunda reclamación fue la consolidación de los muros del edificio, algunos de ellos a punto de desmoronarse, como el muro que mira al Este. Y la tercera petición fue la vigilancia del monumento.

Se consiguió el cierre exterior, aunque "de manera poco ortodoxa", según la Asociación, tapando las aperturas del muro de tapial y de piedra, con bovedillas de hormigón. Por su parte, el arreglo del muro este, inicialmente se hizo con piedra, pero después, con un cambio de criterios y de empresa, se cambió por ladrillo y hormigón. La ASGJ ha denunciado en los últimos tiempos el abuso de estos materiales modernos, sin justificación, y, lo que es peor, la demolición “a escondidas” de los muros originales y su sustitución, paulatinamente, por obra nueva de hormigón y ladrillo que convierte el monasterio en una caricatura de lo que fue, en un falseamiento sin valor alguno.

La ASGJ pidió a la alcaldesa de Cartagena la paralización de las obras de reconstrucción por parte de HANSA Urbana, cuyo único interés era gastar lo mínimo posible en una obra que sólo le interesaba para conseguir la devolución del aval bancario depositado para obtener la licencia de obras de Novo Cartago.

Por su parte, la ASGJ ha venido denunciado, reiteradamente, que las ermitas del Monte Miral, propiedad de la empresa Portmán Golf, están en una lamentable situación de ruina, a punto de desmoronarse. Bienes Culturales de la Región de Murcia expedientó y multó a la empresa propietaria por abandono del BIC. Hace casi un año que la empresa inció una discutible reconstrucción de una de las ermitas, la de los Ángeles, la que estaba en menor peligro de desmoronamiento. Patrimonio Regional le retiró la multa y la obra se detuvo, con lo que las otras ermitas, siguen igual, a punto de desmoronarse del todo.

La Dana de septiembre de 2019

Las fuertes lluvias y la tromba de agua proveniente del Monte Miral y la Sierra Minera desmoronaron gran parte de los muros del huerto del monasterio, unos muros que habían resistido siglos de historia de lo que ya en el siglo XV los libros y las crónicas decían que era un Edén.

La ASGJ denunció la situación al ayuntamiento de Cartagena, cuyos responsables de patrimonio se comprometieron a cursar las fotos realizadas por la Asociación a la Consejería de Cultura.

"Se nos dijo que estaba en marcha el arreglo, que vendrían unos técnicos a valorar los daños y a ver la forma más correcta en que la propiedad debería volver a levantar los muros que protegen el BIC. Hasta la fecha de hoy aún no se ha hecho nada, cuatro meses de más desidia, si cabe, con el monasterio abierto por todos los lados, dando la fiel imagen de lo que realmente cuidamos nuestro patrimonio", protestan desde ASGJ.

Por si fuera poco, las lluvias caídas esta misma semana "han vuelto a desmoronar amplios lienzos del muro, en especial uno en el lado oeste, otro en el lado sur y otro en el lado norte", informan.

Por ello, ASGJ convoca para el próximo sábado 1 de Febrero, al medio día, una concentración de los amigos del monasterio y los amantes del patrimonio, "con el fin de abrazar, con las manos entrelazadas, estos muros de la que podría ser una de las joyas más importantes de nuestra Región y del Mediterráneo".

Con esta acción "volveremos a reclamar la atención de la ciudadanía y a denunciar el abandono por parte de la propiedad y de las autoridades locales y regionales", aseguran.