El incendio que se produjo en un edificio al que prendió fuego un okupa hace dos semanas en la calle San Vicente y peleas callejeras de madrugada en la Serreta han sido los últimos incidentes que se han producido en una zona del barrio de San Diego que, según sus vecinos, cada vez va a peor. Tiendas con un timbre al que hay que llamar para poder entrar, y no son joyerías, y otras que han puesto barrotes en los cristales, ya que sus dueños están cansados de que les hayan robado dos noches consecutivas, se han convertido en un paisaje habitual.

Por esta razón, la Asociación de Vecinos San Diego, que engloba a vecinos y comerciantes de esta zona, tienen previsto reunirse hoy con el concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Cartagena, Juan Pedro Torralba para tratar estos problemas.

El presidente de la asociación, Tomás Sánchez, explicaba que la inseguridad es uno de los problemas primordiales que hay que solucionar. «Hay que ir erradicando el que se okupen viviendas y poner en valor esas calles que siempre han tenido mucha afluencia de gente y mucho comercio. Ahora no queda casi ninguno. Sólo los de siempre y resistiendo», añade.

Sánchez quiso también dejar claro que no se trata de echar a las familias que ya viven allí, aunque sea en casa okupadas. «Los que hayan okupado viviendas van a seguir ahí. Las viviendas son de Hacienda. Sabemos que el Ayuntamiento no tiene culpa de esta situación, pero pensamos que hay que darles oficio. Desde Servicios Sociales se ayuda a estas personas y eso está bien, pero creemos que a cambio, deberían trabajar en los huertos sociales o arreglando el barrio».

La gran mayoría de los comercios de la zona están englobados en la asociación 'San Fernando Área Comercial'. Su presidente, José Antonio Meroño, se encuentra preocupado por la situación del sector. «La inseguridad aparece cuando no hay comercios ni iluminación. Lo que pedimos es que nos arreglen la calle, tal y como nos prometieron en campaña electoral todo los partidos políticos. Que nos pongan a la altura de lo que tiene que ser una calle histórica y una calle del centro de Cartagena. No puede ser que parezcamos una calle perdida, cuando las de alrededor si están arregladas. El martes tuve que quejarme al Ayuntamiento porque estábamos sin luz en las farolas», explica.

Lo cierto es que abundan los bajos comerciales sin actividad y solares en lo que no se construye, pero a los que tampoco se dota de algún tipo de actividad o se emplean para zonas de juegos infantiles.

Esto, según Meroño, hace que sean cada vez menos los que transitan por estas vías. «Nos hace falta un plan estratégico por parte del consistorio para intentar recuperar estas calles de cara a la clientela. Tenemos una gran carencia de zonas de aparcamiento. Competimos con los grandes centros comerciales en los que es más fácil aparcar», concluye.