Los feligreses de Los Urrutias se han puesto en pie de guerra contra el actual párroco de la iglesia de Nuestra Señora del Carmen de la localidad cartagenera y el pasado domingo se concentraron frente al templo para exigir su renuncia y que se marche del pueblo.

Un colectivo de creyentes que se ha formado recientemente para pedir la sustitución del cura de la iglesia de Los Urrutias ha señalado a este periódico que durante el último año y medio los "desplantes" del párroco han sido continuos y que incluso ha llegado a echar de la iglesia, durante la celebración de las misas, a varios feligreses.

Además, los vecinos han manifestado su descontento por haber eliminado costumbres que ya existían antes de que el párroco llegará. E incluso, explican que en vez de "atraer feligreses a la iglesia los espanta". Prueba de ello es que, como señalan, la Misa del Gallo de estas navidades fue poco concurrida: "Este año han asistido una veintena de personas cuando en 2018 fueron 180 personas"

Estas navidades también han sido complicadas para algunos vecinos que pretendían realizar actividades dentro de la iglesia. "El párroco se negó a acoger un encuentro entre los Reyes Magos y los niños del pueblo dentro del templo. Nos echó fuera, a la plaza". Otra de las actividades era la de realizar un belén dentro de la iglesia del Carmen, una tradición de 35 años, "pero el cura se ha negado a prestarnos la iglesia". Sin embargo, según el párroco, existe un documento oficial consensuado para cambiar el belén de sitio y ubicarlo cerca, pero no dentro. Una medida que finalmente no se llegó a realizar en las pasadas fiestas navideñas.

Por otro lado, los feligreses aseguran que tras la muerte del anterior párroco hace dos años, el actual sacerdote llegó y comenzó a realizar obras dentro de la iglesia. Además, tal y como asegura una vecina, "quitó la imagen de una Virgen que colgaba de una de las paredes", algo que no gustó a los demás feligreses.

Otra protesta se llevó a cabo este fin de semana dentro de la parroquia. Los propios vecinos, descontentos con la gestión del templo en el último año y medio, expusieron al cura sus diferencias con él y una petición firme de que se marchase del pueblo. "Si no accede, enviaremos una queja formal al Obispado", remarcan. Por el momento, cuenta con 400 firmas entre los vecinos de alrededor y párrocos de esta Iglesia.

A pesar de esto, el sacerdote insiste en que nada de esto es cierto, justificando que es una evidente lucha contra él por parte de algunas personas que asisten ocasionalmente a misa.