Agentes de la Policía Nacional han procedido a la detención de once personas, nueve hombres y dos mujeres como presuntos autores de varios delitos de falsedad documental y contra la salud pública.

La Policía Nacional ha desarrollado una investigación desde finales del año 2017 hasta la actualidad, motivada por el auge de las denuncias por sustracción de recetas y sellos médicos, habiéndose podido comprobar que dichas recetas sustraídas, habían sido falsificadas y presentadas en numerosas farmacias de la Región de Murcia para la adquisición de un potente ansiolítico únicamente accesible bajo prescripción médica.

¿Qué efecto proporciona este medicamento?

Este ansiolítico es un derivado de las benzodiacepinas, que únicamente se dispensa en farmacias aportando receta médica, siendo imposible su adquisición por otros medios. El sistema de control aplicado por las farmacias registra de manera interna las cantidades que se dispensan junto al nombre del paciente y facultativo que los prescribe, pudiendo asegurar que las cantidades que se dispensan de estos fármacos están estrictamente reguladas y controladas.

Medicamentos como "moneda de cambio"

Fruto de la investigación que se ha llevado a cabo, la Policía Nacional ha descubierto el "ciclo comercial" que sigue el medicamento en el mercado negro. Este medicamento es tan valorado debido a que en Marruecos, se utiliza para la fabricación de una droga llamada "karkubi", también conocida como "droga de los pobres", mezclándolo con hachís y otras sustancias, como pegamento, alcohol, harinas y colorantes.

Destino final, Marruecos

El precio que en la actualidad se paga por una caja del ansiolíticos gira en torno a los 60 euros, precio que en Marruecos está en torno a los 300 (5 euros por comprimido), propiciando la aparición de redes en España que trafican con esta sustancia para introducirla en Marruecos.

El tráfico ilegal de este medicamento ha generado que aumenten las denuncias por sustracciones de sellos médicos y talonarios de recetas para falsificar recetas médicas de todos los operadores sanitarios.

Paralelamente, este fenómeno, ha ocasionado múltiples episodios violentos hacia los profesionales sanitarios, médicos, farmacéuticos y auxiliares, ya que los drogodependientes con pocos recursos han encontrado en este fármaco, una forma de financiarse el consumo de drogas.

Investigación de las recetas falsificadas

Tras tener conocimiento de estos hechos, los investigadores de la Brigada de Policía Judicial de Cartagena iniciaron una operación para la identificación de los sujetos que estaban implicados en estos hechos.

Se analizaron más de 300 recetas falsificadas de los diferentes operadores sanitarios por farmacias de toda la Región de Murcia.

En diversos controles realizados por indicativos de Seguridad Ciudadana, se identificaron y detuvieron a varios individuos que portaban recetas y sellos médicos en zonas de la ciudad donde están asentados los establecimientos que se dedican a la venta ilegal del medicamento.

Aprehensión de 24.165 pastillas del ansiolítico

Paralelamente a la investigación de la falsificación de recetas médicas, en el mes de febrero, la Policía Judicial de la Comisaría de Cartagena, detuvo a un varón de 29 años y de origen marroquí, como presunto autor de un delito contra la salud pública. Al detenido se le incautaron veinticuatro mil ciento sesenta y cinco (24.165) pastillas de 2 mg este ansiolítico y trescientas cincuenta pastillas de otro ansiolítico similar.

A juicio de los investigadores esa persona podría ser uno de los individuos que se dedicaba a hacer acopio de este medicamento para posteriormente transportarlo a Marruecos.

Fruto de la investigación, se logró identificar al cabecilla del grupo que falsificaba las recetas, y también a las personas a las que distribuía las recetas para que se personaran en las farmacias con el fin de obtener el preciado medicamento, en su mayoría toxicómanos.

En total, se ha detenido a once personas, se han intervenido cuatro sellos médicos y gran cantidad de recetas falsificadas, así como otros elementos y útiles para la falsificación de las mismas.

La investigación continúa abierta y no se descartan nuevas detenciones; los investigadores creen que este fenómeno va a continuar, tanto por los amplios márgenes de beneficios que genera para los traficantes, como por haberse convertido en una fuente de financiación para los drogodependientes.