Algunos voluntarios de Cruz Roja Cartagena han manifestado su descontento con la gestión que desde hace un tiempo a esta parte se viene produciendo de la organización sin ánimo de lucro en la ciudad portuaria.

Y es que, según explican varias de las personas que forman parte de la sede con la que la entidad cuenta en Cartagena, desde hace tres años y coincidiendo con la entrada de Faustino Herrero en la presidencia de la organización a nivel regional se han producido multitud de cambios en el funcionamiento y la jerarquía de Cruz Roja en Cartagena.

«Antes las decisiones que tenían que ver con Cartagena las tomábamos en consenso desde aquí», afirman los voluntarios, «sin embargo, ahora todo pasa por el filtro de Murcia, que desconoce en la mayoría de ocasiones cuáles son las necesidades que tiene nuestra ciudad».

Del mismo modo manifiestan que cada vez cuentan con menos «poder» a la hora de gestionar tanto las actividades que se llevan a cabo por parte de cada uno de los distintos departamentos, así como los roles que cada voluntario ejerce a pesar de «regalar su tiempo a la entidad de manera altruista», protestan los voluntarios.

Muchos compañeros han dejado de participar activamente en la organización, al observar este «cambio en la manera de hacer las cosas», explica parte del voluntariado. Según indican, algunos de ellos sí que se han dado de baja, mientras que la mayoría consta a día de hoy como voluntario de la entidad, pero no acude a la realización de tareas por haber tenido alguna disputa con la directiva durante los últimos meses. Tal y como indican varios voluntarios, en estos momentos Cruz Roja ha tenido que contratar a personal para realizar las labores que hasta hace poco tiempo venían realizando los voluntarios porque «ahora son cuatro gatos», añadiendo que los dos cambios de directiva que sufrió Cruz Roja en Cartagena en menos de un año también han sido determinantes para que gran parte del voluntariado tomase la decisión de dejar de colaborar con la entidad.

La situación ha llegado hasta el punto de que, tal y como cuentan miembros de la organización en la ciudad portuaria, «durante una de las últimas campañas de recogida de alimentos de Cruz Roja, al no contar con los voluntarios suficientes para realizar el reparto de los alimentos del vehículo que los transportaba, el camión tuvo que regresar hasta Barcelona con comestibles en su interior que estaban destinados a personas necesitadas del municipio de Cartagena».