La Consejería de Medio Ambiente ha dado traslado a la empresa propietaria de los terrenos de la antigua factoría de la Española del Zinc en Cartagena de una resolución por la que se le insta a la adopción, con carácter urgente, de una serie de medidas cautelares para la protección de las personas y del medio ambiente, a la vez que se le requiere la presentación de un proyecto de descontaminación.

La citada resolución comunica a la empresa que puede tomar audiencia y vista del expediente y efectuar las alegaciones y presentar los documentos que estimen pertinentes en el plazo de 10 días, al término de los cuales, y vistas las alegaciones que, en su caso, sean formuladas, se dictará la resolución definitiva que corresponda. La parcela donde se ubican las balsas fue comprada por el empresario de Balsapintada, Tomás Olivo, en febrero de este año.

De acuerdo con la resolución, el propietario debe ejecutar, de manera urgente, las siguientes medidas cautelares tendentes a garantizar la seguridad de las personas y la protección del medioambiente, hasta la ejecución del proyecto de descontaminación:En primer lugar, deberá proceder, con carácter inmediato, a la reparación y reposición del vallado de los terrenos contaminados, para evitar eficazmente la entrada de cualquier persona ajena a estos terrenos. Esta actuación deberá concluirse en el plazo máximo de 10 días.

Además, deberá proceder a la retirada de los residuos líquidos tóxicos y peligrosos almacenados en las balsas y depósitos existentes en los terrenos contaminados, que deberán ser retirados y gestionados adecuadamente por gestor autorizado. Esta medida deberá iniciarse inmediatamente y concluirse, como la anterior, en el plazo máximo de 10 días.

Una vez retirados estos residuos, deberán aportar ante la Dirección General de Medio Ambiente de la Comunidad los correspondientes justificantes de la adecuada gestión de estos residuos líquidos peligrosos, que en la actualidad suponen un riesgo grave para las aves, como se ha constatado en el informe de 6 de noviembre de 2019, emitido por el Cuerpo de Agentes Medioambientales de la Brigada de Delitos Medioambientales.

Así mismo, la empresa deberá proceder al vallado de las balsas y depósitos existentes en los terrenos contaminados, de forma que se evite eficazmente el acceso a estas zonas a las personas ajenas que pudieran acceder a los terrenos. Esta medida deberá iniciarse inmediatamente y deberá estar concluida en el plazo máximo de 15 días.

Además, en el plazo máximo de dos meses debe presentar un proyecto técnico de descontaminación de los terrenos declarados contaminados. El proyecto deberá reflejar las medidas necesarias para evitar los riesgos existentes en los terrenos, tanto para el medio ambiente como para las personas, describiéndose adecuadamente, entre otras, las operaciones de recuperación ambiental y de descontaminación. Una vez aprobado el proyecto, su ejecución se ajustará al plazo fijado en el mismo, que en cualquier caso no podrá ser superior a un año. El incumplimiento de las órdenes de adopción de medidas cautelares constituye infracción administrativa muy grave, sancionable con multa desde 100.001 hasta 1.000.000 de euros.

El fiscal superior de la Comunidad, José Luis Díaz Manzanera, por su parte pidió ayer información a la Consejería sobre este asunto porque «puede ser importante a la hora de tomar decisiones en las diligencias penales que tiene la Fiscalía incoadas».

Meses de parón

La Consejería de Medio Ambiente ya anunció en marzo de este año que pediría al empresario de Fuente Álamo que descontaminara la parcela de la antigua fábrica. Los técnicos de la Comunidad informaron en febrero de que era necesario adoptar las medidas cautelares que fueron fijadas hace 9 años para evitar riesgos para la salud de la población y el medio ambiente. También emplazaron a restaurar de forma inmediata el vallado de Zinsa.